31 marzo, 2012

¿Cuánto vale Jesús?

Evangelio según San Juan 11,45-56.
Al ver lo que hizo Jesús, muchos de los judíos que habían ido a casa de María creyeron en él.
Pero otros fueron a ver a los fariseos y les contaron lo que Jesús había hecho.
Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron un Consejo y dijeron: "¿Qué hacemos? Porque este hombre realiza muchos signos.
Si lo dejamos seguir así, todos creerán en él, y los romanos vendrán y destruirán nuestro Lugar santo y nuestra nación".
Uno de ellos, llamado Caifás, que era Sumo Sacerdote ese año, les dijo: "Ustedes no comprenden nada.
¿No les parece preferible que un solo hombre muera por el pueblo y no que perezca la nación entera?".
No dijo eso por sí mismo, sino que profetizó como Sumo Sacerdote que Jesús iba a morir por la nación,
y no solamente por la nación, sino también para congregar en la unidad a los hijos de Dios que estaban dispersos.
A partir de ese día, resolvieron que debían matar a Jesús.
Por eso él no se mostraba más en público entre los judíos, sino que fue a una región próxima al desierto, a una ciudad llamada Efraím, y allí permaneció con sus discípulos.
Como se acercaba la Pascua de los judíos, mucha gente de la región había subido a Jerusalén para purificarse.
Buscaban a Jesús y se decían unos a otros en el Templo: "¿Qué les parece, vendrá a la fiesta o no?".
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¿Cuánto vales, Jesús?
El precio de Jesús es el precio de los intereses personales. Jesús vale, lo que valen mis proyectos. Jesús vale lo que valen mis caprichos. Jesús, al final de cuentas no vale nada... pero ¿qué estoy diciendo? Estoy diciendo que nosotros negociamos con Jesús según nuestro antojo y somos capaces de vender nuestra fe al menor precio. ¿Acaso esto no fue lo que hicieron los Fariseos? vendieron a Jesús, traicionaron sus conciencias, negaron lo que les decía el corazón. Prefirieron matar a Jesús que perder sus puestos maravillosamente remunerados en el Templo. Prefirieron matar a Jesús que desacomodarse. Prefirieron seguir "su verdad" que escuchar a la Verdad misma.
Pero ¿somos ajenos a esta realidad? no, eso, precisamente es lo que hacemos todos cuando pecamos. Vendemos a Jesús por un placer. Vendemos a Jesús por un gusto. Vendemos a Jesús por un poco de dinero o de un robo.
A propósito de esto miren esta noticia: Real Madrid quita la cruz de su escudo
¿No es exactamente la misma actitud de los Fariseos?
Y yo ¿cómo he quitado la cruz de mi corazón según mis propios intereses?
¡Que evangelio tan actual!
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

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