Jueves, 22 de marzo de 2012. Jn 5, 31-47
“Y el Padre que me envió ha dado testimonio de mí. Ustedes nunca han escuchado su voz ni han visto su rostro, y su palabra no permanece en ustedes, porque no creen al que él envió”
El Padre da testimonio del Hijo, y el Hijo da testimonio del Padre, y el Testimonio que dan es el Amor, el Espíritu Santo, y Dios nos conoce en la medida que su Amor, en la medida que Él mismo, habite en nosotros.
El testimonio solo se da, si en nosotros vive Dios, porque es Él mismo quien da testimonio, no se puede Amar sin Dios, ¡con razón la Virgen María es la llena de gracia! Dejó habitar a Dios en Ella, por eso con sus obras vive la Voluntad Divina.
Mamá la medida de tu Amor es el mismo Amor Divino, enséñame amar y a dejar el Amor vivir en mí, que me mueva tu mismo espíritu, que es el Espíritu Santo
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