Jueves, 14 de abril de 2011. Jn 8, 51-59
“El que me glorifica es mi Padre, de quien vosotros decís: “Es nuestro Dios”, aunque no lo conocéis”
Los judíos estaban enceguecidos por su soberbia que no podían conocer el espíritu y profundidad de las Palabras de Jesús, Palabras de Vida Eterna. Muchas veces nos quedamos en lo accidental pero no en lo esencial, no comprendemos el código del lenguaje divino.
¿Cómo conocer a Dios? Preguntémosle a María, Mujer que interpreta y vive la Divina Voluntad, mujer que escucha, encarna y trasmite la Palabra, el Verbo encarnado.
¿Qué decimos nosotros sobre Dios? ¿Qué sabemos de Dios? ¿Cómo vivimos a Dios? Son preguntas que se suponen tendrían una respuesta en común si fuésemos suficientemente coherentes, pero aún debemos renovar nuestro encuentro con el Amor, debemos recibirlo, vivirlo y darlo.
María en las entrañas purísimas e inmaculadas de tu corazón me quiero sumergir y como capitana de mi alma, me acerques a Dios, me lleves a recibirlo vivo en la Eucaristía y pueda participar eternamente en la mesa celestial. Amén. Totus Tuus mamá
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