Que maravilloso es pensar en un Jesús amoroso, dulce y tierno, que comprende las necesidades de cada uno de sus hermanos, a un Jesús que ama sin condición ni raza, ni cultura, ni estrato social.
Es maravilloso poder ver a un Jesús que siempre esta ahí, que es un caballero, el cual lo único que pide es que le abramos el corazón, para que pueda entrar; que bonito es ver como Jesús se sube a los montes y en este caso a las barcas para poder dirigirse a la multitud de gente que le seguía, y se dirige a nosotros de una manera mas sencilla, mas tierna y mas dulce, por medio de su corazón Eucarístico y del inmaculado corazón de su santísima madre; A los antiguos les hablaba por medio de parábolas con su amor y su ternura y a nosotros nos habla por medio del silencio Eucarístico, de su silencio el sagrario.
Ahora me pregunto de que manera ha guardado sus preceptos mi corazón, cuanto han hecho vida en mi y a cuantos he ayudado con eso que ha crecido en mi interior a través de su palabra "oh hostia consagrada ayúdame a guardarlo todo en el corazón como lo hacia María con silencio y con amor"
Todo por la inmaculada nada sin ella.
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