23 julio, 2011

maría no te merezco, pero te necesito


"Señor, ¿no sembraste semilla buena en tu campo? ¿Cómo es que tiene cizaña?". Siempre hablamos de que en nuestro corazón debe estar siempre presente que la semilla de la palabra de Dios, si se siembra debe dar fruto, y fruto en abundancia.
el Señor siembra en nosotros la semilla de sus preceptos, pero ¿como es que los cultivamos y cuidamos para que de fruto?, es evidente que si el Señor Jesús planto en nosotros estos preceptos es para que hagamos algo con ellos, pero algo productivo, obviamente; la palabra de Dios no es para escucharla y sentarnos a rascarnos la barriga, es para darla a los demás y sembrarla como Cristo la sembró en nosotros, pero es increíble ver como esta semilla va creciendo pero con el tiempo se va deformando, por la cizaña que crece con ella y es que "parece mas tentador el mundo, que el cielo", solo un buen albañil puede hacer que este trigo crezca y la cizaña no lo ahogue, solo alguien que este pendiente de lo que pasa en este sembrado siempre, puede garantizar el buen cuidado de este trigo.
solo alguien como María que con su amor y diligencia cuida constantemente de los frutos de nuestra consagración, solo ella puede garantizarnos que por su misericordia y su bondad que estos trigos (que son los frutos de los preceptos que el buen Jesús nos dejo) van a ser grandes y abundantes.
a pesar de la cizaña, por muy abundante que sea, mas abundante sera el trigo en nosotros si lo entregamos a María esta madre amable que quiere arrancar de nosotros los vicios para plantar sus virtudes.
que seria de mi sin ti mama, definitivamente no te merezco pero te necesito.

No hay comentarios:

Search