Lunes, 22 de agosto de 2011. Mt 23, 13-22
¡Qué diferente María de los fariseos! Ella es sincera, ella no cierra sino que abre las puertas del Reino, pues es la Reina; Ella entra con nosotros, nos acompaña en el caminar, no nos deja solos, es Madre.
María ve a Dios, vive en el Amor, no mide las obras por los límites morales sino que vive en la Caridad Verdadera y ordenada, no busca sobrepasar la ley sino que Ama con convicción, no desde la obligación.
¡Qué honor tenerte María! Eres tan sencilla que a veces por la soberbia no te he valorado, por eso imploro al castísimo san José, me enseñe a amarte. Gracias mamá por tu Fiat.
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