Miren a mi Madre

Evangelio según San Mateo 23,1-12. 

"Los escribas y fariseos ocupan la cátedra de Moisés;
ustedes hagan y cumplan todo lo que ellos les digan, pero no se guíen por sus obras, porque no hacen lo que dicen.
Atan pesadas cargas y las ponen sobre los hombros de los demás, mientras que ellos no quieren moverlas ni siquiera con el dedo.
Todo lo hacen para que los vean: agrandan las filacterias y alargan los flecos de sus mantos;
les gusta ocupar los primeros puestos en los banquetes y los primeros asientos en las sinagogas,
ser saludados en las plazas y oírse llamar 'mi maestro' por la gente.
En cuanto a ustedes, no se hagan llamar 'maestro', porque no tienen más que un Maestro y todos ustedes son hermanos.
A nadie en el mundo llamen 'padre', porque no tienen sino uno, el Padre celestial.
No se dejen llamar tampoco 'doctores', porque sólo tienen un Doctor, que es el Mesías.
Que el más grande de entre ustedes se haga servidor de los otros,
porque el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado". 
___
No se hagan llamar madres, porque sólo tienen una Madre del cielo, pero aquella Madrecita celestial no es celosa y no tiene los problemas que tienen los protestantes y los locos de que si llaman a alguien padre están pecando. La Madre del cielo fue la mujer más humilde sobre la tierra; Ella ocupó siempre el último lugar en esta vida porque sabía bien qué es lo que Dios busca en un alma. María, la Virgen, estaba llena de Gracia porque Dios le concedió todas las gracias para que por medio de Ella se repartieran a toda la humanidad. María, la llena de Gracia desea que nosotros amemos a Jesús con todo el corazón y que busquemos siempre el Reino de los Cielos.
Estamos en la obligación de ser Marianos, porque el primer mariano fue Cristo. Estamos obligados a hacer lo que decían los fariseos, pero no a hacer lo que ellos hacía. En cambio, con María todo es diferente, porque Ella no habló mucho y obro demasiado. Entonces podríamos decir de este evangelio: "Miren a los fariseos, hagan lo que ellos dicen pero no lo que ellos hacen. En cambio, miren a mi Madre, hagan lo que Ella dice y lo que Ella hace".
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.