Herodías sería hoy por hoy la "patrona" de los modernos ateos y en general de aquellos que están en contra de la Iglesia y quieren que calle.
Hoy el mundo quiere silenciar a la Iglesia cuando hace frente a los contraceptivos, al aborto, al homosexualismo y en general a todas las actitudes inmorales que desvirtuan la dignidad del hombre. Creen que con silenciar la Iglesia podrán acallar sus conciencias que les clama desde su interior lo que está bien y lo que está mal.
Herodías no soportaba el peso de su culpa ni la voz de su conciencia, en labios de Juan que le recordaba que lo que hacia estaba mal. No sabemos cual fue el final de esta pobre mujer. Seguramente su tormento espiritual no terminó y por el contrario aumentó con la sangre de un Santo.
Hoy por hoy podemos ser, con nuestra predicación o nuestro ejemplo, la voz acallada de la conciencia de muchos en el mundo; muchos que incluso quisieran silenciarnos, pero la Verdad seguiría allí, predicada a gritos por "las piedras", o escondida en lo profundo de sus conciencias.
Santísima Virgen María, hazme tu llama de amor para predicar la Verdad aunque me cueste.. la cabeza.
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