12 febrero, 2011

Sábado 12 de febrero de 2011

Evangelio según San Marcos 8,1-10.
En esos días, volvió a reunirse una gran multitud, y como no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: "Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer.
Si los mando en ayunas a sus casas, van a desfallecer en el camino, y algunos han venido de lejos".
Los discípulos le preguntaron: "¿Cómo se podría conseguir pan en este lugar desierto para darles de comer?".
El les dijo: "¿Cuántos panes tienen ustedes?". Ellos respondieron: "Siete". Entonces él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo, después tomó los siete panes, dio gracias, los partió y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. Ellos los repartieron entre la multitud.
Tenían, además, unos cuantos pescados pequeños, y después de pronunciar la bendición sobre ellos, mandó que también los repartieran. Comieron hasta saciarse y todavía se recogieron siete canastas con lo que había sobrado. Eran unas cuatro mil personas. Luego Jesús los despidió. En seguida subió a la barca con sus discípulos y fue a la región de Dalmanuta.

___

La multitud llevaba mucho tiempo siguiendo a Jesús. Después de 3 días estaban sin comida y sin posibilidad de comprar nada en la región, por lo tanto Jesús sintió compasión de ellos y multiplicó los panes y los peces.

¿No es muy parecida la multiplicación de los panes y los peces a la última cena? Sí, y eso siempre lo hemos sabido, pero lo interesante de este texto está en que aquella multitud estaba siguiendo a Jesús durante tres días.

Este número me recuerda los tres días que pasaron entre la muerte del Señor y la resurrección (no tres días de 24 horas, sino al tercer día). Esta multiplicación de los panes es también una anticipación de lo que iba a suceder con el Señor y con la Iglesia. Jesús, después de la pasión, resucita al tercer día y multiplica los panes (Eucaristía con los discípulos de Emaús) para que sus discípulos repartan el Pan Eucarístico entre todos los fieles y tengan fuerzas suficientes para llegar a la patria eterna. Este Pan nunca acabará ya que siempre sobran siete canastos.

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

No hay comentarios:

Search