El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes
Divino pedagogo que nos instruye hacia la Santidad, sólo él nos da deseos de Dios, de Cielo, de eternidad y es increible cómo revela sus misterios a la humanidad, cómo le cuenta sus intimidades, como nos considera sus amigos.
Así como el Espíritu Santo glorifica al Padre al dar lo que de él recibe, nosotros le glorificamos cada vez que amamos a las almas pues estamos dando el amor que él nos dió y nos da todos los días, cada segundo, cada instante del día.
Entonces no temamos predicar, amar, porque esto da Gloria a Dios.
Virgencita regálame sed de Santidad y por favor sáciala.
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