Dios tantea nuestro corazón

Domingo, 29 de julio de 2012. Juan 6, 1-15

Si el Señor quiere hacer el milagro ¿Por qué pregunta: “¿Con qué compraremos panes para que coman éstos?”? Dios nos mide, ¡nos tantea! Así lo hizo Jesús con Felipe. Dios nos da libertad para decidir, por lo tanto debe averiguar nuestras intenciones, nuestro interés en Él, Dios lo hace cuidadosamente.

Felipe salió bien librado porque quería darle un pedazo de pan a cada persona que estaba allí, pero su limitante era el dinero; Andrés tuvo la buena idea de averiguar quién tenía pan, pero sabía que era insuficiente; sin embargo… ¡ambos se atrevieron a hablarle a Jesús! ¡Ese es el mérito!, esa es su parte, querían ayudar aun con sus dificultades y al obedecer las instrucciones del Señor, a través del milagro Dios les aumenta la fe.

Siempre que tenemos una prueba y acudimos al Señor, y queremos poner lo mejor de nuestra parte, siempre salimos bien librados, porque en consecuencia, creceremos en la fe, la esperanza y la caridad. Dios tantea nuestro corazón por nuestro propio bien, con el fin de que nuestra intención se parezca más a la suya, para vivir en la Divina Voluntad.