12 julio, 2012

Obreros del Señor

Esto de proclamae el Evangelio no es algo fácil, en verdad es duro en lugares donde hay tanto pecado, donde la gente está acostumbrada a vivir sin Dios, ps el cuerpo se acomoda y acostumbra a vivirre sin su creador y el alma queda relegada a ese cuerpo... cassos de esos los vemos día a día en ciientudades y pueblos de todo el mundo. En aquel tiempo Jesús envió a sus apóstoles para que acogieran discípulos y miembros de esta naciente Iglesia, hoy envía a sus apóstoles a recuperar esas ovejas que, aún haciendo parte del redil, han decidido ser indiferentes y relajarse, convertirse en ovejas que están sólo porque no quieren o no encuentran para dónde más coger; éstas ovejas, quizá las más duras de evangelizar son ahora el blanco de Dios, pues en ellas ya hay una semilla de la Buena Nueva y siendo animadas pueden convertirse en otros apóstoles que traigan a más de esas ovejas para hacer que resurja la fe en todo, pero también hay la dificultad de haberse acostumbrado tanto que no quieran levantarse y seguir echadas y son esas de las que Jesús habla para no gastarles más tiempo, ellas ya tendrán su juicio, ellas ya tendrán su hora y ahí sí darán cuentas de sus obras.

De este pasaje bíblico también es impactante cuando Jesús le dice a los apóstoles que si alguien no quiere o no merece recibir esa paz que ellos llevan, no sólo les volverá sino que además ellos al salir de ese lugar deben sacudir sus sandalias como diciéndole a los discípulos, no vayan a enojarse, no vayan a querer tomar represalias porque no quieren recibir a Dios en sus corazones, simplemente despójense de todo orgullo simplemente dejen que yo me encargo del resto. Me imagino que Jesús decía eso porque conocía su gente, a veces nosotros nos enfurecemos por pequeñeces, por cosas que no nos competen, tal es el caso de hablarle a alguien de Dios y que no quiera recibirlo, de manera fúrica y con ganas de extrangularla, pero esos frutos no son nuestros, nosotros simplemente arreglamos la tierra y tratamos de cuidar la planta, pero Dios es quien se encarga del resto, si el árbol dio o no dio frutos: nosotros qué? dejemos en manos de Dios todo y no hagamos que nuestro corazón se convierta en un basurero que recoge todo para llenarse de rencores, tristezas....

Señor haz que nuestro corazón sea tan sencillo y humilde cono el de VOS

"SOLO VENCIÉNDOTE, VENCERÁS"

No hay comentarios:

Search