13 julio, 2012

La cruz de nuestra vida

Un hombre del común y corriente busca incansablemente, realizarse como persona en todos los ámbitos de su vida, como lo son: el sentimental, el social, el familiar y el económico,  por estos sueños un buen hombre se hace matar. Aunque le planteen otras cosas nada supera su ambición por realizar aquello que el mismo se planteo en algún momento de su existencia, pero que obstinado es un "buen" hombre cuando quiere adquirir lo que desea? mueve lo que sea y como sea con tal de hacerlo realidad, aunque tenga que renunciar al sueño o al descanso nada es poco para alcanzar lo que quiere.
Ahora vemos en otro cuadro a este "buen" hombre que recibe en su corazón un llamado especial para ser cristiano, pero es increíble como poco a poco la gasolina que antes lo impulsaba para amar sus sueños ahora día a día se agota y se hace mas pesado seguir a aquel que lo llamo, sus fuerzas y anhelos ya no son los mismo, tal ves la llama se esta extinguiendo y esta haciendo que su corazón se en fríe, lo curioso de todo esto es ver como un simple "buen hombre" busca sin descanso sus anhelos, pero un cristiano se cansa de buscar a diario a quien no se cansa de amar a diario. Cuando vemos que esa cruz de la persecución se acerca la hiel hace que en lugar de adelantar en virtud solo retrocedamos olvidándonos de quien fue quien nos llamo, la cruz da miedo porque sabemos que al final de tanta fatiga para arrastrarla cuando ya no tenemos fuerzas, de tanto dolor cuando nos tallo la espalda y todo nuestro cuerpo, sera esta misma cruz la que nos cargue al final de nuestros días si perseveramos.
que todo lo haga por la inmaculada, nada sea sin ella.

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