El que me ama guardará mis palabras dice el Señor, y esta es la labor de nosotros sus siervos, guardar sus palabras, guardar la palabra de Dios y ponerla en práctica, pues de nada sirve decir "yo la guardo cuando mis obras dicen lo contrario", debemos luchar por "Entregarlo todo por las almas". El señor en sus palabras nos llama a ser Santos y esto es lo que debemos buscar y pedir, confiando en la misericordia divina para que nos transforme a imagen suya. Éste es el amor que debemos tener al Señor, pues de esta forma seremos unos sagrarios vivientes donde morará la Santísima Trinidad para sanarnos. También nos promete el Espíritu Santo que vendrá a enardecer el corazón y recordar a sus discípulos las palabras de Cristo, esto se cumple aun, el Espíritu Santo viene a un alma para transformarla y recordarle las palabras de Cristo.
La paz que el mundo ofrece es diferente a la que Cristo ofrece, esto lo dice Jesús y es claro entenderlo en el sentido de paz interior, paz en el alma, pues la supuesta paz que el mundo ofrece viene cargada de una esclavitud, la cual viene manifestada en el pecado, el cual es la razón del fruto podrido del mundo. Mientras que la paz que ofrece el Señor se concede a través de la gracia Santificante, la gracia que permite la unión intima con Dios y su voluntad.
Señor enséñanos a descubrir el verdadero valor de tu amor y de tu paz, para que de esta forma podamos llevar el testimonio a todo el mundo y que por tu amor crean.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
"Ad maiorem Dei gloriam per Mariam"
Alfer Aristizábal
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