Es el día de la visitación de María a su prima Santa Isabel, un día especial porque encontraremos varias virtudes de María y varios misterios hermosos de su vida. El Espíritu Santo le revela a Isabel un secreto inmenso, le revela que allí está la Madre del Señor, "La que ha creído en las grandezas de Dios". María la llena de gracia es también la que ha creído que, lo que el Señor promete no lo deja de cumplir. Es la que tiene la fe viva, una fe que responde a su propia vida de entrega y sacrificio y a pesar de todo esto, no deja nada para sí sino que por un lado va a prisa a ayudar a su prima Isabel y por otro proclama la grandeza de Dios con el bello himno del Magníficat. ¡Qué grande y excelsa es María! Luego de la encarnación de Jesús en su vientre, la llena de gracia quedó llena del Espíritu Santo y en esta medida es además el Sagrario Viviente de Jesús y la mensajera del Espíritu santo.
Es el Espíritu Santo que a través de ella va a las otras personas y las llena, las llena completamente. "Isabel se llenó del Espíritu Santo" que hermoso misterio. Por algo dice un santo que el Espíritu Santo se siente muy bien y va a las almas a llenar enteramente, donde ve a María más profundamente.
Ahora bien si María fue donde su prima a servir, "donde su prima" cuanto más no puede hacer por nosotros que somos su hijos, ella que nos pide que hagamos la voluntad de Dios estará allí para ayudarnos a hacerla.
Santa Madre danos la gracia de amarte más profundamente para que el Espíritu Santo te encuentre en nuestras almas y nos llene enteramente, transformándonos a imagen de Jesús.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
"Ad maiorem Dei gloriam per Mariam"
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