El pueblo de Israel estaba revelado contra Dios, nosotros también, hemos pecado hablando, pensando y actuando contra el Señor, y así como Moisés rezó al Señor por el pueblo, así rezó la Virgen María para que llegara el Mesías, el Salvador del Mundo, y ella con su Fiat encarnó a Jesús, ella lo acompañó toda su vida, lo acompañó en la cruz, en su pasión redentora, hoy continua intercediendo por nosotros y nos dice: “hagan lo que Él os diga”, para que al mirar a su divino Hijo le creamos, seamos sanos, vivamos en el amor.
¿Quién no ha meditado en la pasión? Todos los santos fueron movidos al ver a Cristo crucificado, cuando tuvimos nuestro primer encuentro con Jesús tuvimos que haber meditado este misterio y hoy cuando necesitamos aumentar nuestra fe, clamamos a la Virgen para que nos ayude a elevar nuestra alma, a contemplar la manifestación de amor de Dios elevado en la Cruz, lugar tan alto y victorioso para que todos lo podamos ver y podamos imitar. Amén.
Jessica Restrepo S
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