¡Sorprendente respuesta! mi Jesús, evidentemente conoces el corazón, es hermoso que tu no respondas explícitamente a los sacerdotes, ancianos y escribas, pero lo haces implícitamente, así como en el fondo sabían que el bautismo de Juan venia de Dios -pues fue lo primero que se les ocurrió responder aunque no lo hayan hecho-, así también hubieran podido reconocer que Tu procedes del Padre, que eres verdaderamente hombre y verdaderamente Dios; la respuesta estaba en cada corazón, sólo que se atemorizaron y se dejaron dispersar por el grupo en el que estaban, por el puesto que ocupaban.
Mi Señor, mucha gente no quiere orar, incluso a veces nos cuesta, nos es difícil establecer una conversación contigo, no por Ti sino por nosotros, nos da miedo afrontar lo que debemos hacer, los pensamientos y acciones que debemos cambiar, las situaciones que debemos aceptar, por eso acudimos a tu Madre y nuestra Madre, para que en ella podamos sumergirnos y ser trasformados, podamos encontrarnos contigo, podamos superar las resistencias que tengamos a la verdad, al Amor, y así seamos reflejo tuyo ante los demás, con la defensa de la Verdad y que con la astucia evangelicemos con el fin de reconocerte Rey y Señor de toda la creación.
Jessica Restrepo S.
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