25 noviembre, 2010

Jueves, 25 de noviembre de 2010. Lc 21, 20-28

Jesús se dirige hacia sus discípulos y les anuncia guerra, hambre, destrucción y desesperación, pero también aclara que esto precede a la Liberación. Nuestro Señor es La Verdad y nos habla con claridad, aun lo que es difícil, pues la puerta es angosta, pero vale la pena, porque toda tribulación es transitoria y temporal, pero el Reino de Dios es eterno y perenne.

Igualmente, el Señor muestra todos estos signos a los discípulos, pues son los encargados de dirigir su redil, será quienes deben sostener en la fe y la esperanza, aun cuando prevalece la ansiedad, el miedo y la angustia, porque aparentemente no se ve solución.

Hoy mi adorado Jesús, muchos no creen y se desesperan, aun nosotros, a quienes has elegido, hemos dejado de confiar al ver nuestra debilidad e inconstancia, por ello acudimos a la Mujer fuerte y fiel, que ante la cruz se mantuvo firme, que sostuvo la iglesia naciente, que nos sostiene a nosotros; gracias mamá por tu si, por abrigarnos, por abrazarnos, porque en tus manos estamos seguros pues tu vives desde ya la gloria de nuestro Dios.

Totus Tuus María.

No hay comentarios:

Search