El Señor les ordena a los leprosos presentarse ante los sacerdotes, supongo que para esto tenían que ir al templo de Jerusalén, tenían que pasar toda Samaria, tenían que caminar mucho, pero en el camino quedan sanos ¿continuarían hasta el templo? Quizás si, por el certificado de su curación, por recuperar su condición social, sin embargo, podían optar por devolverse a agradecer a Jesús, recuperar de Él la dignidad de hijos y podrían caminar con Él, pues el Señor también se dirigía a vivir la pascua.
Mi amado Jesús, quiero caminar contigo, porque de nada me sirve ser tenida en cuenta en la Iglesia, en mi comunidad, si no te tengo en cuenta a ti, si no soy tenida en cuenta por Ti.
Quiero con la Virgen María, imitar al leproso agradecido, postrándome a tus pies, para que mi acción de gracias sea humilde, reconociendo tus maravillas y proezas, pues lo que me has dado es fruto de tu infinita misericordia, pues ¿que tengo que no haya recibido de ti?.
San León Magno, ruega por nosotros.
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