24 noviembre, 2010
La Perseverancia Final
El Señor nos da una advertencia a nuestra realidad, es decir nos dice los riesgos eminentes de seguirlo a Él, y este riesgo implica incluso dar la vida por su amor. “Será, llevados a las sinagogas y a las cárceles” Serán perseguidos pues el mundo odia al Señor porque Él ha dado testimonio de su maldad y si el mundo odia al Señor odia también los que lo siguen realmente.
Es increíble que en la vida espiritual se encontrarán incluso ataques de parte de los más cercanos (Familia) y a los cuales la oración, testimonio de vida y entrega se convierten en una luz que encandelilla a los ojos de los que viven sumidos en el pecado.
Sin embargo el Señor nos dice algo muy alentador, nos da una esperanza de vida, nos dice que
“Con la perseverancia salvareis vuestras almas” nos pide perseverancia, nos pide que nos entreguemos a Él con un corazón abierto y listo a amarlo hasta el final incluso si ello implica morir.
Oh Santísima Virgen María ven a mi corazón para que me regales la perseverancia final, mamá tú sabes que debo y por donde debo caminar, tú si sabes mamá cuál debe ser mi esperanza hasta el final, tú si sabes cuál debe ser mi único fin, enséñame mamá.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
¡Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
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