31 marzo, 2011

LILIANA RUEDA QUINTERO

Este evangelio del día de hoy, nos brinda un mensaje del cual si reflexionamos con total profundidad y con Amor, entenderemos que es precisamente lo que hoy día sucede en nuestra vida, porque si nos fijamos bien al principio del evangelio dice: “en aquel tiempo Jesús estaba expulsando un demonio que era mudo. Cuando salió el demonio, hablo el mudo”, es decir, que como el espíritu era mudo el joven también lo era, y cuando el espíritu salió, el joven pudo hablar. Si nos fijamos bien, nos damos cuenta de que nosotros podemos reflejar exteriormente todos los problemas de nuestra Alma, y algo hermoso, que se que a todos nos ha sucedido y es que antes de conocer la misericordia de  DIOS éramos personas totalmente mudas por nuestro pecado, pero al momento de conocer a JESUS pudimos liberarnos, y desde ese momento  empezamos a  hablar por decirlo de este modo. Más adelante el evangelio nos habla de que la gente empieza a refutar lo que JESUS hacia diciendo que EL expulsaba demonios en nombre de Satanás, pero hay algo curioso y es que si el joven ya podía hablar porque no defendió a JESUS, dando testimonio de que ¿era verdaderamente DIOS quien lo había sanado?  Precisamente aquí nos vemos reflejados porque aun sabiendo que el mismo DIOS nos ha liberado, nos ha sanado totalmente ¿porque no hablamos para defenderlo? Creo encontrar la respuesta, y es porque somos creaturas de tan poca fe, que aun teniendo las verdades en frente no somos capaces de aceptarlas, y dice el evangelio: “otros para ponerlo a prueba, le pedían una señal milagrosa” porque solo creemos viendo y viviendo, y es más, muchas veces hasta el mismo DIOS nos da todas las señales posibles para creer, pero no nos conformamos  y queremos mas y mas. Por eso quiero invitarlos a que hagamos una buena reflexión de nuestra vida para así poder dejarnos llevar por el Amor y la Misericordia de DIOS.
QUE LA GRACIA DE DIOS ESTE CON USTEDES Y EL AMOR DE MARIA LOS ACOMPAÑE SIEMPRE…  BENDICIONES.

No hay comentarios:

Search