21 marzo, 2011

Lunes, 21 de marzo de 2011. Lc 6, 36-38

Antes de llegar el Señor a decir: “perdonad, y seréis perdonados”, Jesús dice a sus discípulos que es necesario ser compasivos, no juzgar y no condenar, pues estos serían requisitos para el perdón verdadero, por tanto, hay que trabajar en nuestros juicios, en las opiniones que damos y la forma cómo vemos al prójimo; esto no se trata de un acto exclusivo de la razón, sino un acto movido por la objetividad de la gracia, de la mirada de Cristo, de la mirada inmaculada de María.

Virgen María, llega con tu santo esposo, el Espíritu Santo, a inundar nuestros pensamientos, la manera como vemos a los otros, danos la gracia de conocer verdaderamente antes de juzgar y actuar, y en consecuencia seremos generosos, porque comprenderemos que Dios, que nos conoce a cabalidad también ha tenido misericordia con nosotros.

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