20 agosto, 2011

La Humildad de María


Sábado, 20 de agosto de 2011. Mt 23, 1-12

Lo que hacen los escribas y fariseos, lo hacen para que los vea la gente, hacen cosas con su vestuario, en su comportamiento social, quieren quedar bien exteriormente, pero interiormente en su corazón hay soberbia.

El humilde no ve el otro como su servidor, sino que lo ve como su hermano, tiene sus ojos puestos en el Padre, sirve y se humilla de cara a Dios, no para ser vistos por los hombres, sino para agradar a su Creador, por eso el Señor antes de hablar de la humillación del humilde, nos enseña que primero debe reconocerse hijo de Dios, necesitado del consejo de Cristo y reconocer al hermano, es decir, vivir en la caridad de la verdad.

María, la mujer humilde escucha la Palabra y la pone en práctica, reconoce las maravillas que Dios hace en Ella, va y sirve a Isabel, no se preocupa por el qué dirán, no está pensando todo el tiempo en sus propias comodidades, sino que tiene su corazón lleno de gracia, lleno de Amor.
Mamá, enséñanos a ser como tú. Amén

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