23 agosto, 2011

la Verdadera Virtud


Martes, 23 de agosto de 2011. Mt 23, 23-26

¿Qué es la hipocresía? ¿Cómo se llega a ser hipócrita? ¿Cómo evitar ser hipócrita?
Dice la real academia de española que la hipocresía “es el fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan”, se hace por el qué dirán, se ha dañado lo interior de la copa, la intención está desordenada, es decir se finge por agradar a los demás cuando en el corazón no se desea actuar así, cuando se hace por la obligación, por la presión exterior.

Ahora bien, si todos tenemos la concupiscencia, la inclinación desordenada, podríamos preguntarnos ¿Cuándo luchamos por la virtud somos hipócritas? somos hipócritas si queremos la virtud por agradar a los hombres, si buscamos la virtud para ser estimados y tenidos por alto, si nos cuesta aceptar los errores, si hay desenfreno y codicia interior, en realidad todas las acciones exteriores hechas sin Dios, hechas sin María, sin vida interior, no sería verdadera virtud.

Para buscar la virtud y tener actitudes verdaderamente virtuosas, estas deben de brotar de la base, es decir, del amor, de la justicia y de la fe; pues de lo contrario, solo se quedaría en actos que descuidan lo más importante. Entonces podremos afirmar, el Amor cuida las demás virtudes, y las verdaderas virtudes brotan del Amor.

Santa María, llena de gracia, mujer humilde, amorosa, misericordiosa, justa y fervorosa, que todas mis acciones estén unidas a ti.

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