Hoy el Señor responde a los judíos y a los católicos incrédulos –a los que nos falta fe–, los motiva a realizar un examen de conciencia y compararse frente al modelo de oveja que propone:
1. Su oveja le escucha: no permite que las otras ovejas ni ella misma sea obstáculo para escuchar la voz de su Pastor.
2. Se deja conocer: descubre la misericordia de Dios, al quitarse las mascaras, al bajarse de escrúpulos y presunción, deja que Dios empiece a trasformar la miseria propia.
3. Sigue al Pastor: no pierde el rumbo ni el horizonte, permite que Jesús vaya adelante, lo reconoce como guía de sus pasos, no impone nada a Dios.
4. Acepta la Vida Eterna: acepta la redención, por tanto podrá salvarse, se deja amar.
5. Persiste: no se queda caído en el pecado sino que se levanta, no se aparta para siempre, se confiesa, frecuenta los sacramentos, invoca a Dios.
6. Se reconoce posesión de Dios: se da completamente, autoriza a Jesús que guie sus pasos, le da autoridad sobre todos los aspectos y áreas de la vida.
¿Somos ese modelo de oveja? ¡Definitivamente nos falta mucho! Por eso en medio del camino, hay un camino que el Señor nos ha dejado y que Él mismo trascurrió, hay un secreto: María, que nos enseña a hacer la Divina Voluntad.
Mamá de tus manos no nos perdemos, y si nos distraemos, logras que volvamos nuestra atención hacia tu Hijo, camina con nosotros detrás de Cristo, y con nuestro testimonio verídico y eficaz, muchos querrán unirse al rebaño, muchos volverán; te presento también, a todas las personitas que se nos han encomendado para que por tu intercesión nunca perezcan.
Gracias mi Dios por buscarme y rescatarme, ayúdame a corresponderte con fidelidad. Amén.
Jessica Restrepo S.
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