Pan transformado en el cuerpo de Cristo, hijos transformados en la santa comunión. En ello ha de verse la medida de nuestro amor, mediante más me entrego, más me uno a Él, más transfigurado se vera este corazón que tan guiado esta por el sinsabor de lo efímero, lo pasajero, lo caduco.
Transformados y guiados por el Amor, beber quiero de Él como servatillo que busca alimento de su madre y protección también.
Son pocas palabras pues aún es poco mi amor lo veo en esta meditación, aquí cierro la boca y habla mi corazón en medio de la oración, pues teórico no soy, solo explorador y corriente probador de su Amor todavía soy.
Esteban Sánchez
Bendiciones
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