¿Quién es mi madre y mis hermanos? Esta es la pregunta de nuestro Señor Jesucristo, un pregunta que interpela todo nuestro ser, alguien que interprete mal podría pensar en un juicio o un rechazo de Jesús hacia su madre al comparar a otros con su madre y sus hermanos, sin embargo esta es una mala interpretación de alguien que ha descarnado a Cristo pues no se da cuenta que Jesús por estar sujeto a la ley respetaba a sus padres, por otro lado alguien puede decir que Jesús tenía más hermanos pues María tuvo más hijo pero también encontramos una gran falta de fundamento en el argumento pues si evaluáramos individualmente los supuestos hermanos de Jesús nos daremos cuenta que son hijos de mujeres diferentes. Por otro lado no habría entendido el misterio de la encarnación el cual dignificó de tal forma el vientre de María que este se hizo digno de recibir el mesías a lo cual el mundo no lo era. Como dice San Agustín "El mundo no era digno de recibir el verbo encarnado hasta que llegó el vientre bendito de María" de esta forma entenderíamos que este vientre bendito que se unió con el poder de Dios, quedó reservado para Él mismo, es decir este vientre quedó cerrado pues era de propiedad de Dios.
Qué hermoso el evangelio pues la respuesta de Jesús es "El que hace la voluntad de mi Padre ese es mi hermano y mi madre…" Él dice el que hace la voluntad del Padre, y en esto entra María pues ella fue la que más perfectamente hizo la voluntad del padre dándole el sí a su Dios.
Oh Madre enséñanos a hacer la divina voluntad, tú que sabes perfectamente lo que necesitamos.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
"Ad Maiorem Dei Gloriam per Mariam"
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