El Señor nos enseña el día de hoy a pedir, Jesús nos enseña que estamos delante un Dios que quiere que pidamos, que pidamos intensamente, pues la oración es la llave para abrir el baúl de los tesoros escondidos, el baúl de las gracias especiales y abundantes. Nótese que primero Jesús nos enseña a orar y luego de enseñarnos nos dice que lo hagamos frecuentemente, que lo hagamos intensamente como vecinos intensos que no se irán hasta no conseguir la ayuda requerida.
Primero Jesús nos enseña que Dios es un Padre, y es un Padre que se preocupa por su hijo, se preocupa por el hijo que le pide, por el hijo necesitado. Nos muestra una figura de amor paterno especial y al cual nos podemos afiliar.
Por otro lado la parábola del hombre que fue a pedir ayuda a un vecino y que aunque este vecino estaba en cama y acostado por la intensidad de este hombre consigue que se levante, de esta manera Jesús nos dice que debemos pedir intensamente pues el Padre nos quiere da, "Pues si nosotros que somos malos sabemos dar cosas buenas cuanto más nuestro Padre celestial que es bueno sabrá dar el Espíritu Santo a quien se lo pida"
Oh virgen Santísima enséñanos a pedir con intensidad, enséñanos a ser como tú que siempre supiste estar allí en la intensidad de las bodas de cana para interceder por tus hijos.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
"Ad Maiorem Dei Gloriam per Mariam"
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