24 mayo, 2010

Lunes 24 de mayo de 2010. Mc 10, 17-27 GL

«Vete vende lo que tienes y después sígueme» y el joven rico se fue triste porque tenía mucho dinero. Lo temporal es necesario, y Dios lo sabe, pero a la vez nos quita la paz y la tranquilidad. San Francisco de Asís sabía muy bien esto y por eso no era amigo de tener posesiones innecesarias. ¿Qué pensará Dios al respecto?

¿Qué tengo que me aleja de Dios y no me deja seguirlo? Cumplo los mandamientos, no mato, no cometo adulterio, no robo, no digo cosas falsas y no soy injusto, además honro padre y madre; ¿pero por qué no sigo a Jesús como él quiere? No soy muy diferente de aquel hombre porque estoy atado a "riquezas" que no son más que basura. ¿Qué puede tener un valor más grande que la vida eterna? Nada, entonces todo es basura comparado con eso.

María… que por medio de la Consagración a ti pueda desprenderme de todas las "riquezas" que me alejan de ti.

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

Gabriel López

1 comentario:

Jessica Restrepo dijo...

QCD?

Un pequeño detalle del evangelio: Es curioso que los mandamientos que en los mandamientos de este evangelio no está el Amar a Dios sobre todas las cosas, pues en realidad, era el mandato que no cumplía aquel joven rico.

LGDDSC

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