Conversión

"Has sido curado; no vuelvas a pecar, de lo contrario te ocurrirán peores cosas todavía". El Señor sana a este enfermo que hacía muchísimo tiempo estaba enfermo (38 años un poquito de tiempo!) Jesús le pregunta que si se quiere curar, es decir, el Señor toma la iniciativa porque conocía el corazón del enfermo que hacía mucho tiempo quería sanarse pero no lograba llegar a la piscina. “Toma tu camilla y camina” son las palabras de Jesús, estas hacen un gran eco en nuestra alma, pues hoy también el evangelio nos dice, toma tu camilla y vete. En nuestra consagración nos hemos dado en propiedad a Jesús a través de María con todos nuestros defectos, debilidades y más. Por tanto el Señor sabe que queremos ser sanados de la parálisis de las enfermedades espirituales y de las debilidades que tenemos. Solo debemos vivirlo “A Cristo hay que vivirlo” pues Él no es una leyenda, ni algo intelectual, ni un mito, a Él hay que vivirlo.

Es importante otra cosa, el Señor lo sana y luego que se lo encuentra le advierte que no peque más, “No vuelvas a pecar” es decir Jesús sabía que Él había pecado y este pecado en su vida le había traído consecuencias graves. Ahora le dice que no peque más pues peores cosas le podrían pasar, no es una amenaza, es una advertencia, es un llamado a la conversión total.
Inmaculada enséñanos a amar, enséñanos a entrar en tu corazón inmaculado y ayudarle a muchas almas. Mi madre si la gracia de Dios está siendo enviada ponnos en el vértice donde llegan, para recibirlas pues sabemos que solo Dios puede tocar las almas. Jesús mío que mengüemos para que tú asciendas y crezcas.

A ti madre querida, enséñanos a amar!
¡Ad Maiorem Dei Gloriam per Maríam!