11 abril, 2011

A más Virtud más Misericordia

La voz de sus conciencias les impedía a los acusadores castigar a María Magdalena,
la juzgaban por pecados que ellos mismos cometian y lo hacian sin Caridad, sin Misericordia.

Mientras que Jesús único Santo, no la juzgó, antes tuvo misericordia de ella, la amó y la exhorto a no pecar más.

En definitiva entre más bueno, más misericordioso se es.

Cada vez que caemos en juzgar, es muestra de lo malos que aún somos, es muestra que nos molesta en el otro aquello que a nosotros nos atormenta y no hemos sido capaz de vencer.

Madre Inmaculada dame tus ojos para saber mirar, si miro con tus ojos jamás podré pecar.

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