Y continua la pedagogía, dice el Evangelio: “Jesús, sabiendo que iban a llevárselo para proclamarlo rey, se retiró otra vez a la montaña él solo”, Tu eres oh Cristo, mi Humilde Simplicidad, me enseñas a no buscar la gloria terrera sino la eterna, me enseñas a buscar la soledad, donde se caen las máscaras, donde me doy cuenta de mi miseria, donde al único que puedo clamar es a Ti, pues ahí descubro mi realidad: todo lo que puedo hacer es porque Tú estas conmigo, al único que debo agradar es a Ti.
Jesús manso y Humilde de corazón, haced mi corazón semejante al tuyo.
¡San José, patrono de la vida interior, enséñame a orar, a sufrir y a callar!
Jessica Restrepo Sepúlveda.
1 comentario:
BELLISIMA REFLEXION, ES VERDAD SIEMPRE ESTAMOS BUSCANDO DAR RESPUESTAS DESDE LO TERRENO PARA LOS PROBLEMAS SOCIALES QUE NOS AQUEJAN.
VIVIMOS UNA MISERÍA PORQUE NUESTROS PENSAMIENTOS NO VAN MÁS ALLA DE SATISFACER UNA NECESIDAD FISIOLOGICA.
HOY LA PALABRA NOS ENSEÑA A DAR DE LO QUE POCO QUE TENEMOS, A CONFIAR MÁS EN JESÚS.
A SER PERSONAS DE RESPUESTOS MÁS NO DE SOLO LAMENTOS, LA PREGUNTA NO ES QUE HACER CON LOS POBRES, QUÉ VOY A HACER YO POR EL HAMBRE DE MI PUEBLO.
DIOS ME DA SU PALABRA PARA QUE ACTUE NO PARA QUE SIGA EN EL MISMO CONFORMISMO MENTAL.
MARTHA LUCIA
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