13 junio, 2010

Domingo 13 de junio de 2010. Lc 7, 36-50 GJ

Este precioso evangelio no deja de ser uno de mis favoritos… mucho se le perdona al que mucho ama. Mucho ama el que mucho se le perdona. Pero este texto tiene algo que no entiendo muy bien.

Jesús en la parábola habla de que al que mucho se le perdona demostrará más agradecimiento que aquel que se le perdona menos. Sin embargo, con la mujer pecadora sucede todo lo contrario; ella demuestra mucho amor y no se le había perdonado nada.

Es como si la parábola no reflejara completamente lo que estaba sucediendo con la mujer. ¿Qué nos querrá decir el Señor? Claro está que a quien mucho ama mucho se le perdona, pero ¿por qué el Señor relata una parábola que en realidad no explica lo que estaba pasando?

La verdad es que la parábola sí es para el Fariseo y para la mujer, por lo siguiente:

Aquella mujer amaba mucho a Jesús, y el Señor le perdonó los pecados. Pero en realidad el amor que demostraba tener era solo una mínima parte de lo que Dios sabía que esta mujer podía tener, por esta razón, al perdonarle los pecados su amor sería muchísimo más grande. Jesús la quería toda, Jesús sabía que su amor podría ser mucho más grande, Jesús no se conformó con esa muestra de amor, deseaba todo su amor. Entonces, por su amor inicial y por todo el amor que luego iba a tener hacia él, Jesús la perdonó.

Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.

Gabriel López

1 comentario:

Jessica Restrepo dijo...

QCD?
Gracias porque el Espíritu Santo te respondió la duda y también me la respondió a mi.
LGDDSC

Search