...A Dios lo que es de Dios y ¿a mi lo que es para mí? y... ¿Qué es de Dios o para Dios, y así mismo qué es mío o es para mí?
¡Creo que mejor pondré mis dedos en la frente y procederé a medirla, haber si aún cuento con ese espacio de cinco dedos!
En hora buena, a mis amigos y compañeros de Lectio les doy un saludo, mi ausencia se debe a la U, inglés, entre otros.
Que Dios nos ayude y nosotros le dejemos.
Esteban Sánchez.
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