El Señor nos llama a cumplir sus preceptos e incluso los que no parecen importantes, el Señor muy claro lo dice no viene a abolir la ley ni los profetas, sino que viene a darle plenitud, pues de alguna manera ya bien lo decía el Señor que los dos mandamientos que resumen toda la ley de Dios son "Amar a Dios con todo el corazón, alma y ser" y "Al prójimo como a sí mismo" sin embargo estos no excluyen los mandamientos de la ley pues es en estos que los mandamientos tienen su plenitud.
El Señor ha venido a enseñarnos la ley del amor, por encima de todo debe siempre sobresalir la caridad cristiana como ejemplo, como sal que sale el mundo, como luz que ilumine el mundo. Es allí donde estamos llamados a participar, en la comunión de su amor.
Oh Santa Madre ruega por nosotros tus hijos que quieren aprender a amar, tú que amaste sin medida muéstranos la forma.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
"Ad maiorem Dei gloriam per Mariam"
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