El Señor es el buen pastor, el buen pastor que conoce sus ovejas y da su vida por ellas, el las conoce y ellas lo conocen, ellas escuchan su voz y obedecen. Es Jesús el buen pastor que está presto a cuidar sus ovejas y salvarlas de las garras del enemigo.
Algo impresionante, es que Jesús conoce sus ovejas hasta tal punto que es capaz de reconocer en 100 cuando se le pierde una ovejita, es decir es tan cercano a sus ovejas que conoce y reconoce que le hace falta una, incluso en una cantidad que no sería fácil. Pensemos de algún modo en una panorámica de por ejemplo 100 ovejas sería difícil identificar la perdida de una, tendría que contar a menos que las conozca tanto que se dé cuenta de que falta una. Se parece al Padre que reconoce a sus hijos y aunque tenga muchos sabe diferenciarlos unos de otros.
¡Oh Jesús! Permítenos escuchar tu voz, y en los momentos que nos perdamos que tu misericordia reconozca e identifique que no estamos allí para que vayas a nuestro encuentro y nos rescates.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
"Ad maiorem Dei gloriam per Mariam"
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