Lo que ha quedado en el corazón no solo de Pedro sino en el corazón de todo hombre ha sido la marca indeleble y nada borrable de la acción del Espíritu de Dios en cada habitante del corazón de Jesús, pues los que allí están sea por una consagración, por amor, por miedo o lo que pueda ser, estos que adentro estamos poseemos las ánforas de su amor y todo lo que ese Amor puede, que es todo, aunque por la acción fofa y pobre del hombre mismo sobre dicho Amor pasamos de largo todo, todo lo referente a todo, pues Dios todo lo puede. Basta nuestra decisión decidida y todo esta.
Escrito este pobre y carente de sentido para el que carece del sentido mismo.
Esteban Sánchez.
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