31 octubre, 2010
Domingo, 31 de octubre de 2010. Lc 19, 1-10
Amado Señor, te has quedado en nuestra casa, te has dignado habitar en un pobre establo en Belén y también en un corazón lleno de pobreza como el mío, sin nada que ofrecerte… hoy cuando nos critican, en realidad te critican a ti, porque eres capaz de ver en el pecador un hijo de Dios, un santo en potencia.
Gracias mi Señor, porque vienes a transformar, llegaste a donde zaqueo, supuestamente a recibir de él posada, pero en realidad fue él quien recibió posada en tu corazón divino, fue quien recibió verdaderamente.
Llegaste a mi vida cuando menos lo esperaba, pero cuando mas te necesitaba, gracias mi Señor porque nadie me ha mirado como tu, porque tu amor es irresistible, y con la virgencita quiero darte la respuesta correcta, quiero corresponderte con mi inmolación constante y fiel.
Encuentro entre la miseria y la gracia
Zaqueo era un hombre pecador y miserable al cual nadie quería en Jericó, y él era consciente de que no era un hombre bueno, sin embargo, al enterarse de que Jesús estaba en la ciudad quiso verlo, tal vez por simple curiosidad, sin embargo, Dios que nos llama a todos a la conversión, al ver que este hombre se subió al árbol para verlo, lo llamó por su nombre para que se bajara del árbol e irse con él, Zaqueo lo acepta en su casa y empieza un camino de conversión.
Esto es tal vez lo que nos pasa a muchos de nosotros, que en algún momento miramos de lejitos a Dios, como queriendo conocer un poco más de él, como matándole el ojo, pero nunca creímos que la cosa fuera tan en serio y que Jesús nos fuera a llamar por nuestro nombre para que nos bajáramos del árbol y le abriéramos las puertas de nuestra vida.
La humanidad está llena de Zaqueos que quieren enmendar su vida, pero tienen miedo al ver la cantidad de obstáculos que se les presentan para ver a Dios, por eso tenemos que luchar por derribar estos obstáculos y ayudar a todos a bajar de ese árbol para que sigan a Jesús y comiencen a marchar hacia el cielo.
Madre de misericordia te pedimos que nos hagas tus discípulos y misioneros, que nos des un corazón que arda de amor por las almas que si cuando tengamos que bajar del árbol para acoger tu hijo no vacilemos en hacerlo, porque ahí empezaremos a hacer la voluntad de Dios.
En el corazón de mi Madre, la Iglesia... ¡Yo quiero ser el AMOR!
Reparar el Sagrado Corazón de Jesús
El Señor nos llama a la conversión, a la conversión de nuestros corazones, a bajarnos del árbol, a bajarnos del sicomoro que aunque frondoso ha sido cortado por el corazón sagrado de Jesús.
El Señor está a la espera de nuestros corazones, está a la espera de estos corazones para que se hagan uno con él. El Señor ha visto el corazón de Zaqueo y de la misma forma ha visto nuestro corazón, unos corazones necesitados de misericordia, de sacrificio y de entrega, unos corazones que se donen por las almas. Es así como llega el reino de Dios al corazón de Zaqueo, es así como llega el amor de Jesús, que necesita encontrar una puerta abierta para poder hacer la obra.
Zaqueo hombre pequeño, pero que supo escuchar los ecos de la obra de Jesús y tuvo una santa inquietud por conocer ¿Quién era Jesús? Lo llevó a hacer algo por verlo, a tomar iniciativa y subirse al árbol aunque después Jesús al ver su corazón le dice que se baje pues ha llegado el momento que obre en Él, ha llegado el momento de sanar heridas y de restituir dignidad ha llegado el momento de reparar lo que él había hecho.
Oh Santa Madre enséñanos a reparar, enséñanos a obedecer, enséñanos a amar con todo el corazón por las almas que están tan necesitadas de tu amor, mándanos a bajar del árbol de la falta de virtud en el que estamos.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
30 octubre, 2010
Purificar la intención
Aunque vemos a los fariseos como los malos del paseo y como personajes muy lejanos, muchas veces nosotros nos comportamos como esos fariseos: Buscamos lo mejor, en todo, tenemos deseos de vanagloria, queremos que nos vean, nos gusta que nos elogien por lo “buenos” que somos; y de esta manera nos llenamos de soberbia.
Pero que diferente es la humildad, esa que siempre purifica la intención, que tiene el mínimo interés personal, que siempre está buscando el bien del hermano por encima de cualquier bien personal.
Madre de misericordia te pedimos que por la gracia de nuestra consagración nos regales una verdadera pureza de intención y un espíritu de celo apostólico que nos lleven a negarnos a nosotros mismos siempre por amor a las almas. Que nunca busquemos ser reconocidos sino llevar almas a ti para que tu las lleves a Jesús.
En el corazón de mi Madre, la Iglesia... ¡Yo quiero ser el AMOR!
Sábado, 30 de octubre de 2010. Lc 14, 1. 7-11
Es impresionante que el Señor se meta en cueva de lobos, donde la pretensión de los fariseos era espiarle, era observarle disimuladamente para ver su caída, pues sabemos que no le querían, pues Dios les aterrizaba, les bajaba de la nube que se habían formado en la cabeza, les mostraba el impedimento que tenían para amarle ¡me encanta la sinceridad del Señor!
Vemos también que es tanta la ceguera de la soberbia, que los fariseos no solo buscaban ver caer a Jesús, sino que en su corazón estaban preocupados por escoger los primeros puestos, tanto que en realidad ¡no podían conocer el Verbo hecho carne!, no podían ver a Jesús, no podían trascender en su divina Persona, y es tan lindo el Señor que quiere expresarles que por andar buscando privilegios se quedarían sin participación en el banquete, pues son mandados para atrás en el Reino de Dios, Él quería que se preocuparan por sus almas, por agradarle.
Santísima Virgen María, muéstranos y quítanos las vendas de la soberbia que nos impiden reconocer al Señor, ayudanos a desear que Él, quien nos convida, se dirija hacia nosotros y nos invite a su Mesa, que sea Quien verdaderamente busquemos agradar. Amén
29 octubre, 2010
Viernes 29 octubre de 2010.
Evangelio según San Lucas 14,1.7-11.
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente.
Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola:
"Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú,
y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: 'Déjale el sitio', y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar.
Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: 'Amigo, acércate más', y así quedarás bien delante de todos los invitados.
Porque todo el que ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado".
Reconocer lo que somos delante de Dios… reconocer que necesitamos de él. Sabernos pequeños e inútiles es decir la verdad. Por nosotros mismo somos débiles, pero con Dios somos los más grandes de todos. Sin Cristo soy nada, con Cristo lo soy todo. La humildad es verdad y por lo tanto tenemos que ser auténticos con todos. No podemos andar fingiendo lo que no somos porque eso es falsa humildad.
La parábola de los mejores puestos nos enseña que Nuestro Señor desea que vivamos en la verdad, reconociendo lo que verdaderamente somos. No podemos creernos más que los demás.
Madre Santísima, te pido que me ayudes a reconocer lo que soy verdaderamente. Dejame mirarme con tus ojos y reconocer lo que soy.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
Ser misericordiosos
Qué fácil es car en juicios y acusar a nuestros hermanos de tal o cual cosa, cuando el Señor nos enseña a ser misericordiosos. No corresponde a nosotros impartir la justicia de Dios sino su misericordia, es por esto que Señor nos dice que seamos mansos y humildes de corazón, pero también nos dice no juzguéis y no seres juzgados. Quien está en el pecado con seguridad no sabe lo que hace sino que tiene un error en el entendimiento que lo hace comportar de esa manera, porque cuando se descubre un poco lo que es el pecado se aborrece.
Muchas veces rechazamos a las personas porque supuestamente viven en pecado, pero no nos damos cuenta que al rechazarlas nosotros estamos faltando a la caridad, eso sí sería también faltar a la caridad no enseñarles el error en que están, así procedía Jesús y es lo que nosotros estamos llamados a hacer.
Madre de misericordia, comunícanos algo de esa misericordia que tú tienes para toda la humanidad, para que a cada persona la miremos con tus ojos y podamos predicar a Cristo sin juzgar a quien no lo conoce sino enseñando con amor y paciencia a quienes están sedientos de Él.
En el corazón de mi Madre, la Iglesia... ¡Yo quiero ser el AMOR!
La Norma del Amor
El Señor nos da una seria enseñanza el día de hoy, es la curación de un hombre en día sábado y la pregunta que hacia Jesús es ¿Qué está permitido hacer en sábado el bien o el mal? ¿Hacer el bien o dejar de hacerlo (mal)? Muchas veces nos quedamos en el juicio de nuestros hermanos por las cosas externas que hacemos o que vemos en ellos, y pretendemos que los demás actúen de una manera parecida a nosotros, pero ¿Quién soy yo para ver en mi hermano o juzgar algo que no veo profundamente?
La norma en si por norma no nos dice nada, es esta cuando está en relación al hombre que obtiene su sentido y su fundamento, no quiere decir que entonces se daba saltar como se quiera pues no sería norma, sin embargo tampoco puede pasar por encima de la dignidad de la persona humana, no quiere decir ello que no se puedan utilizar la palabra de negación, No hagas …. Pues sería caer en un reduccionismo e incluso en un escrúpulo generalizado de la sociedad actual donde se tiene pavor a la frase No hagas… La norma trasciende pues este No hagas… no se queda en eso si no que se eleva al verdadero amor de entrega al otro. La norma cuidad nuestra piedad, nuestro vida de oración, cuida nuestra rectitud de intención, cuida nuestra formación e incluso cuida nuestro apostolado pues en ella se funda en el Bien para el Hombre. Recordemos que el mismo Jesús se sometió a las normas de la muerte para rescatarnos a todos.
Oh Santísima virgen María no me dejes perder nunca el norte de mi vida, se mi conductora madre, mamá enséñame a llegar a Jesús como tú lo has hecho muéstrame que a pesar del proyecto de vida que cada uno elija se puede llegar a una “Súper Santidad” por la gracia de Dios.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
28 octubre, 2010
Lucas 6, 12-19
Sabemos que por los evangelistas que Cristo tuvo una vida marcada por la oración, es decir su vida fue un dialogo profundo con el Padre celestial, vemos como Cristo oró antes de hacer algunos milagros, antes de la ultima cena, en Getsemaní, en la cruz, etc. Y es, en esta ocasión que se quedo orando con el Padre celestial, antes de el momento trascendental de escoger a los que iban a predicar sus enseñanzas por todas las ciudades y a todas las naciones, pero hay un detalle que me parece importante, y es como el Evangelista se concentra en narrarnos que Jesús entro a la oración de noche y salió de día para escoger a los apóstoles, queriéndonos decir que la humanidad hasta ese momento estaba en la oscuridad del pecado, pero que con la Iglesia naciente la humanidad se iba a iluminar con la predicación del Evangelio de Jesús, Cristo es la luz del mundo y esta Luz será llevada por los apóstoles por los confines de la tierra.
En el llamado de los doce Apóstoles vemos que Lucas, como los otros dos evangelistas(Mateo y Marcos), narran el nombre de los doce apóstoles, pero sobre saltando la supremacía de Pedro, pues lo llaman por su verdadero nombre Simón, pero nos hacen ver que Jesús le cambio el nombre por Pedro, para los planes de Dios cambiar el nombre a una persona, es para identificarle con lo que va hacer su vida en adelante, y el apóstol Pedro se constituye como la piedra en la cual Cristo funda su Iglesia, por eso este evangelio para nosotros los católicos es muy importante ya que en el vemos la supremacía del príncipe de los apóstoles.
Todas las personas acudían a Él para ser sanados de multitud de enfermedades que sufrían las personas y que nadie se atrevía a ayudarles, nos dice Lucas que venían a Él de todas la ciudades ya que salía de su cuerpo una fuerza que los dejaba curados a todos de sus enfermedades. Hoy nosotros no solamente podemos tocar al Señor, sino que lo podemos comer y tener totalmente en nuestro ser, con solo una sola comunión que tengamos basta para que quedemos sanados de nuestras enfermedades del alma y del cuerpo y lo más importante es que con el cuerpo de Cristo en la comunión nos adentramos al amor del Padre y pasamos a ser parte de su Ser.
Madre Santísima permítenos configurarnos contigo para que nos enamoremos cada vez más del cuerpo y la sangre de Jesús y así estar siempre como apóstoles de Cristo dispuestos a dar nuestra vida por el evangelio.
Sant´Antonio prega per me.
Orad sin interrupción
Muchas veces en las ocupaciones y afanes de la vida, desplazamos nuestra oración a un segundo plano, como si no tuviera una importancia primaria. Esto tal vez porque de nuestra oración nadie nos pide cuentas, ni nos revisa notas, ni nadie nos ve. Sin embargo, es precisamente la oración lo que marca la diferencia en la vida de un cristiano, pues por más afanes que tengamos la oración debe permanecer como el epicentro de toda nuestra vida, donde se concentra nuestro centro de información, nuestra toma de decisiones, nuestro pensar y nuestro actuar. El mismo Jesús siendo Dios nos quiso enseñar a orar, pero no a orar un rato por la mañana y un rato por la noche, ¡no! nuestra vida debe ser una continua oración, bien nos lo dice San Pablo en su primera carta a los Tesalonicenses “Orad sin interrupción” y con seguridad que eso fue la vida de Jesús, una continua oración al Padre para siempre hacer su voluntad.
Él nos ha llamado a ser sus discípulos y como lo hizo hace 20 siglos, también a nosotros nos llama por nuestro nombre, para que nos convirtamos con Él en otros cristos que donemos por completo nuestra vida por todas las almas sedientas de Él a las cuales Él mismo quiere llegar y sanar sus corazones dándoles el verdadero amor. Pero sin oración ¿¿Cómo podré ser su discípulo????!!! Es imposible, solo la oración nos enseña a ser discípulos y misioneros de Cristo.
Madre de misericordia te imploro que me enseñes a hacer de mi vida oración, como le enseñaste a tu hijo cuando aún era un pequeño. Yo soy pequeño mamá y necesito aprender a orar. Enséñame tú que eres maestra de oración.
En el corazón de mi Madre, la Iglesia... ¡Yo quiero ser el AMOR!
Jueves, 28 de octubre de 2010. Lc 6, 12-19
Me queda la duda si los discípulos también estaban orando o estaban durmiendo, en todo caso, es de anotar que estuvieron a su lado y permitieron que el Señor los escogiera y enviara, por lo menos les queda como enseñanza la necesidad de imitar a Jesús, que ora antes de tomar una decisión.
Mi Señor, que cuando ore, veas a la Virgen María, que me guíes por tu divina voluntad, por las sendas del amor, de la santidad, para poder siempre, en lo llano de mi vida, ejercer la caridad siempre. Amén.
La Oración
El Señor llama a los doce después de una larga jornada de oración, que significado tan eminentemente directo el que nos da, “La oración”; Nuestras decisiones deben pasar por el fuego de la oración que es el que las purifica de sus impurezas (Falta de rectitud de intención) no quiere decir que por ello seamos infalibles, pues el Señor sabe enseñarnos incluso a través de nuestros errores, pero lo que sí es clave es que Jesús nos enseña a orar constantemente pues allí se consulta con Dios y se dispone a la voluntad de Dios, si el hombre conociera el poder de la oración, su eficacia y necesidad no dudaría en pasar incluso por encima de sus arideces y pereza espiritual para encontrarse con Dios en ella.
Es increíble, la oración es el método más eficaz de buscar la voluntad de Dios que sabrá darla a conocer de la mejor manera. Jesús llama a sus doce discípulos después de la oración y así nos enseña a acercarnos a ella para tomar las decisiones de nuestra vida.
Por otro lado es increíble que en la misma oración sea él el que nos enseña a vivir en comunidad pues era Él el que hacia permanecer en unidad sus doce apóstoles, todos tan diferentes, todos de distintas clases sociales e incluso de distintos pasados pero en ellos tal la alegría de vivir en Cristo.
Oh virgen inmaculada enséñame a estar permanentemente en oración, a estar en unidad contigo, a estar en amor a ti, mi señora me entrego a ti totalmente, para que me unas a Cristo.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
Jueves 28 de octubre de 2010.
Evangelio según San Lucas 6,12-19.
En esos días, Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles:
Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban curados; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de él una fuerza que sanaba a todos.
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Jesús pasó toda la noche orando para elegir a sus apóstoles. Dios, siendo omnipotente, omnipresente y omnisapiente decidió pasar toda la noche en oración antes de elegir a sus colaboradores más cercanos.
¿Por qué lo hizo? Porque quería enseñarnos a orar, a tomar las decisiones después de haberlas consultado con Dios. El Señor nos viene a mostrar el camino y a enseñarnos las verdades del Reino.
Sin embargo, entre los doce uno fue traidor. Lo mismo puede suceder con nosotros. El hecho de orar y de pedirle a Dios el consentimiento en todas las cosas no quiere decir que seremos infalibles y nunca nos equivocaremos. Dios permite que tengamos errores porque de ellos se aprende (con esto no quiero decir que Cristo se equivocó al elegir a Judas).
Madre Inmaculada. Es necesario que esté orando constantemente. Quiero aprender a orar en todo instante. Quiero poder tener la fuerza suficiente para recurrir a ti en toda circunstancia. Quiero aprender a escucharte. Madre Santa, apiádate de este pobre pecador y mírame con misericordia. No me dejes solo.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
27 octubre, 2010
Miércoles, 27 de octubre de 2010. Lc 13, 22-30
No es suficiente intentar entrar, ¡hay que esforzarnos! Esto implica poner todas las potencias del alma, toda mente, todo el corazón y todas las fuerzas en buscar alcanzar el Reino, pues Dios es lo único que vale la pena ganar en la vida.
Amado Señor, desde ya nos permites participar de tu Mesa, de la Eucaristía, y aun no somos santos, no te amamos como deberíamos corresponderte, por eso rogamos a quien te valora como te lo mereces, a quien te ama profundamente, pedimos a la Virgencita que su amor inunde nuestro corazón, para amarte como ella te ama, para amarte con su corazón, y así nuestros pensamientos te pertenezcan, nuestro corazón, nuestra propia vida, y perseverando en el refugio del corazón inmaculado, podamos gozar eternamente contigo en la Gloria de Dios. Amén
Lucas 13, 22-30
La pregunta que le hacen a Jesús, ¿son pocos los que se salvan? desafortunadamente a salido, del hombre, que cada vez más se vuelve materialista llevándole a al olvido de la vida eterna, es decir de vivir eternamente con Dios, en aquel momento quizá no era raro que se hiciera esa pregunta pues, todo el pueblo de Israel estaba esperando el Mesías que viniera para salvar a todo el pueblo que estaba oprimido por el imperio Romano, pero hoy son pocos quienes se preocupan de vivir de acuerdo con la vida eterna, de acuerdo con lo que exige Dios para ganarnos la vida plena en el amor del Señor. La pregunta es ¿que estoy haciendo para salvarme? Es la pregunta que toda mi vida, como hijo de Dios tengo que responder, y tengo que tener presente para nunca perder el horizonte de la salvación.
¿Cual es pues la puesta estrecha de la que nos habla el Señor? La puesta no es otra que el Señor mismo: «Yo soy la puerta; si alguno entra a través de mí, se salvará» (Juan 10,9). La puerta por la que debemos entrar al cielo, a la felicidad plena, es por Cristo crucificado, a esto se refiere cuando dice: “Luchad por entrar por la puerta estrecha, porque, os digo, muchos pretenderán entrar y no podrán” los hijos de Dios entraremos con la cruz del sufrimiento, con la cruz que cada día se nos presenta, en nuestra debilidad y miseria, solo el sufrimiento unido a Cristo es el que nos va a dar la vida eterna, de lo contrario escucaremos la palabras mas duras que podamos escuchar en toda nuestra vida: "No sé de dónde sois. ¡Retiraos de mí, todos los agentes de injusticia!" esta será la pena más grande que algún ser humano puede sufrir pues vivirá eternamente sin el ser que lo Creo y lo amo por toda la eternidad.
Esto es más duro para los que predicamos la palbra del Señor, pues ninguno que hable de Dios tiene su vida asegurada, es más a él nosotros se nos exigirá mucho más en el amor y el sufrimiento, acudamos a nuestra Madre que ella nos dará la fuerza para seguir en la voluntad del Señor y amar con Dios nos pide amar.
Sant´Antonio prega per me.
Miércoles 27 de octubre de 2010.
Evangelio según San Lucas 13,22-30.
Jesús iba enseñando por las ciudades y pueblos, mientras se dirigía a Jerusalén.
Una persona le preguntó: "Señor, ¿es verdad que son pocos los que se salvan?". El respondió:
"Traten de entrar por la puerta estrecha, porque les aseguro que muchos querrán entrar y no lo conseguirán. En cuanto el dueño de casa se levante y cierre la puerta, ustedes, desde afuera, se pondrán a golpear la puerta, diciendo: 'Señor, ábrenos'. Y él les responderá: 'No sé de dónde son ustedes'.
Entonces comenzarán a decir: 'Hemos comido y bebido contigo, y tú enseñaste en nuestras plazas'. Pero él les dirá: 'No sé de dónde son ustedes; ¡apártense de mí todos los que hacen el mal!'. Allí habrá llantos y rechinar de dientes, cuando vean a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el Reino de Dios, y ustedes sean arrojados afuera.
Y vendrán muchos de Oriente y de Occidente, del Norte y del Sur, a ocupar su lugar en el banquete del Reino de Dios. Hay algunos que son los últimos y serán los primeros, y hay otros que son los primeros y serán los últimos".
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¿Cómo es posible que alguien después de leer este texto se atreva a negar la existencia del cielo y del infierno? Más claro no puede estar. La condenación y la salvación son realidades fundamentales en la vida de un cristiano. Algunos argumentan constantemente que no podemos hablar de la condenación sino del amor de Dios, que no podemos hablar de la justicia divina sino de la misericordia, que no podemos hablar del infierno sino del cielo…
Sin embargo, para entender la misericordia de Dios tenemos que entender que también es justo. Para comprender la gloria eterna tenemos que comprender que también existe la condenación eterna.
Señor, anchos son las sendas que llevan a la perdición. Nuestro camino está lleno de desvíos y de trampas, y son muchos los que nos quieren desviar, ¿cómo hacer para no errar?
La misericordia de Dios es tan grande que incluso nos revela con detalles las verdades de la vida eterna. El amor del corazón de Cristo es tan inmenso que tenemos la oportunidad de escuchar las mismas palabras de Cristo y tener la certeza que no nos da la Iglesia de estarlo obedeciendo a Él.
La misericordia del corazón de Jesús es tan grande que nos regaló a su Madre bendita para que nos guardara durante toda la eternidad.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
26 octubre, 2010
Lucas 13, 18-21
Nuestro Señor Jesucristo, nació de una Mujer sencilla y humilde, de un hombre pobre y humilde, nació en un hogar humilde y lleno de pobreza, pero con una riqueza espiritual tal que solo se respiraba santidad y así como vivió en la casita de Nazaret, pobre y humilde, así murió como el hombre más pobre de todos los hombres, Dios nos mostro con su pobreza, lo que quería con los hombres y por eso vino por los sencillos de corazón y por las personas que fueran humildes, capaces de renunciar a sus ideas y riquezas físicas y espirituales, para recibir el plan de Dios que Cristo venía a dar a la humanidad, para hacerlos ricos del reino de los cielos que es Él mismo. Por eso Cristo enseña el reino de los cielos con unas parábolas sencillas que cualquier persona puede entender, con esto nos quiere enseñar que el reino de los cielos es para todos los hombre de todos los estados, pobres y ricos, sanos y enfermos, hombres y mujeres, en Cristo no hay personas importantes, todos somos importantes para Él, no hay exclusividades, como la que nos quiere enseñar el mundo hoy.
El reino de Dios al que se refiere Cristo, con el granito de mostaza, es a que nosotros que somos los agricultores de nuestras almas, sembremos el grano de el amor en nuestros corazones para que crezcan y en el puedan residir todas las personas a las cuales Dios pide que amemos, que seamos la levadura que haga crecer el amor en las otras personas hacia Dios, como dice en otra parte: que seamos los que llevemos la palabra de Dios a todos los hombres.
La Mujer que menciona Cristo en la parábola no se refiere más perfectamente, que a la Virgen María, porque en ella se deposito la levadura que iba a hacer fermentar el amor en los corazones de todos los hombres, Cristo nuestro Salvador, Ella es la mujer que llevo la masa, la humanidad a la más alta cumbre para recibir al Mesías. Madre concédenos un corazón senillo y humilde para amar más perfectamente a tu Hijo bendito.
Sant´Antonio prega per me.
Martes, 26 de octubre de 2010. Lc 13, 18-21
Aunque en el Reino participamos los hombres, los dones y gracias que recibimos, no provienen de nosotros, así como ni la levadura ni la semilla la fabricaron los hombres; por tanto, estamos llamados simplemente a administrar, a aprovechar los talentos.
¿Cómo ser buenos sembradores, como fabricar pan? Pues hay que aprender con quien sabe hacerlo: María. Sí, Mamá, eres la obra perfecta de Dios, cumpliste y sigues cumpliendo a cabalidad tu misión, oriéntanos por favor, cuando nos equivoquemos corrígenos, edúcanos, tómanos de la mano para vivir en el Reino de Dios. Amén.
EL Reino de los Cielos
¿A qué se parece el Reino de los cielos? El Señor nos ha hablado de que el reino de los cielos es de los que se hacen como niños, de los que son pobres de espíritu y más pero en esta ocasión nos habla sobre la comparación para el reino de los cielos y es increíble porque el reino de los cielos el Señor lo compara con una semilla y con un poco de levadura. ¿En que se parecen la semilla y la levadura? Creo que no se parecen externamente en mucho pero si en lo que hacen o producen, pues las dos son pequeñas medidas y transforman con una materia prima y se convierten en cosas diferentes e incluso grandes, pues crecen (O hacen Crecer). La semilla después de ser echada en la tierra (Materia prima) se convierte en un gran árbol que pronto va a incluso a ser nido para las aves del cielo que no tienen otro lugar que este. La semilla es la palabra de Dios que entra en el corazón de los hombres que si la reciben y disponen su corazón a la transformación (Materia Prima) Se hará un cambio tan grande que se notará pues el Señor transforma las personas y transforma de tal manera que incluso reconstruye lo que se había roto.
La levadura es similar en la medida que la mezclarse con el pan le da el crecimiento a este, simplemente un poco de levadura es necesario para transformar la harina y que se “eleve” de la misma manera la palabra de Dios llega de forma pequeña como un poco de levadura que transforma el corazón del Hombre y lo trasforma de tal manera que lo “eleva” a Dios y esta palabra de Dios es el mismo “Verbo Encarnado” que se entrega por nosotros. Él que murió en la cruz como semilla para poder resucitar a la vida como arbusto grande donde anidan todas las almas necesitadas de su misericordia.
La virgen María tiene un papel fundamental pues primero ella recibió el Verbo encarnado en su vientre y luego no solo hace eso si no que le dice a los hombres que “Hagan lo que Él les diga” disponiendo sus corazones a la gracia de Dios, al verbo hecho carne.
Oh virgen Inmaculada enséñame a reconocer el amor de Dios en mi vida y a darlo a conocer a
otros, enséñame de que forma “YO” (Cada Persona) puedo disponer mi corazón para que sea materia prima idónea para el crecimiento de la Semilla del Evangelio.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
Martes 26 de octubre de 2010.
Evangelio según San Lucas 13,18-21.
Jesús dijo entonces: "¿A qué se parece el Reino de Dios? ¿Con qué podré compararlo?
Se parece a un grano de mostaza que un hombre sembró en su huerta; creció, se convirtió en un arbusto y los pájaros del cielo se cobijaron en sus ramas".
Dijo también: "¿Con qué podré comparar el Reino de Dios?
Se parece a un poco de levadura que una mujer mezcló con gran cantidad de harina, hasta que fermentó toda la masa".
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¿En qué se parece el Reino de los Cielos? Se parece a algo pequeño que se convierte en algo muy grande. Según he escuchado por ahí, el Reino de los Cielos no es un lugar sino una persona: Cristo. Si esto es así, entonces el Reino de los Cielos sí se parece a un grano de mostaza, porque Jesús, un simple y pequeño hombre ha sido sembrado en nuestro corazón y ha germinado hasta convertirse en la parte más importante de nuestras vidas.
Jesús ha sido depositado en nuestro corazón y poco a poco ha ido cambiando toda nuestra realidad. Con el fermento de Cristo nuestra vida se ha ido convirtiendo en otra cosa, nuestros pensamientos y acciones, nuestra manera de ver el mundo, incluso nuestros sueños y metas han cambiado.
Definitivamente el Reino de los Cielos (Cristo) es como un grano de mostaza o como un poco de fermento.
Y como Cristo nació de María y todo lo heredó —humanamente hablando— de Ella porque no hubo participación de barón, entonces María también es como un grano de mostaza y como un poco de fermento. ¿Acaso, cuando María llegó a tu vida no sentiste que en ti germinó el árbol de la vida y que tu corazón se fermentó para hacerse mil veces más grande?
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
25 octubre, 2010
Lunes, 25 de octubre de 2010. Lc 13, 10-17
El demonio afectó considerablemente su cuerpo, así se percibía, y al ser curada de la enfermedad por la imposición de las divinas manos, consecuentemente también quedó libre del espíritu, y esto se debe a la misericordia de Dios que la ama profundamente y no desprecia un corazón que le busque con confianza.
Amado Señor y Redentor, aumenta nuestra fidelidad a ti, nuestra profundidad en el diálogo de amor, que es la oración, permítenos adorarte en la Eucaristía y acompañarte prisionero en el Sagrario, para darnos la verdadera libertad.
Santa María, ruega por nosotros. Amén.
El Señor Libera de las Cadenas del Pecado
Jesús endereza de nuestra enfermedad, Jesús nos alivia de nuestras enfermedades, Jesús nos libera de las cadenas del pecado, así como liberó de las cadenas de Satanás que oprimían a esta mujer el señor viene para dar libertad y darla en la verdad.
Vemos como el yugo del pecado nos ultraja y lo que creíamos superado llega nuevamente, nuestras luchas parecen empezar desde cero pues en todo nuestra alma no es victoriosa aun solo en Cristo, cuando repose en Él podrá cantar victoria.
El Señor buscaba siempre el bien de la persona y la caridad ardiente a todos cosa contraria la que buscaban los fariseos que simplemente se dedicaban a hacer cumplir la ley que pasaba por encima del mismo hombre, por eso Jesús los llama Hipócritas, y la pregunta es ¿Somos nosotros hipócritas? ¿Qué actos no son de nuestra coherencia de vida? Véame mi miseria, que cada uno
mire su imperfección y sus faltas para poder corregirse antes de mirar las del otro.
Oh Jesús bueno que sabes de nuestras miserias y de nuestras debilidades, que te conozca y que me conozca para reconocer tu gloria y reconocer la necesidad de tu gracia. Oh buena madre enséñame a amar a tu hijo Jesús y a hacer lo que Él nos pide.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
24 octubre, 2010
Domingo, 24 de octubre de 2010. Lc 18, 9-14
El fariseo se puso aparte y se empezó a excluir del grupo de pecadores, ahí vemos la importancia de pedir perdón en comunidad, de considerar nuestra responsabilidad y participación en los pecados sociales, así hoy, día de las misiones, vemos que por nuestra omisión, muchos han dejado de conocer a Dios y por tanto, no mereceríamos llegar directamente al cielo, sino que podríamos afirmar que tendríamos que pasar por el purgatorio.
También hay un detalle, y es que el fariseo comienza su oración dando gracias, y por lo menos, yo he tenido la percepción de que agradecer es un acto de humildad, sin embargo vemos, que este acto para que sea meritorio, debe tener recta intención, debe brotar del corazón, pues agradecer verdaderamente implica reconocer la ayuda del otro, considerarme incapaz, impotente y débil, y es eso precisamente lo que le faltó al fariseo.
Santísima Virgen, que por tu presencia en nuestra alma, el Espíritu Santo disipe las tinieblas de nuestro espíritu, para que descubramos diariamente nuestra miseria, para clamar tu auxilio y protección, para reconocer a nuestro Señor y Salvador, proclamando las grandezas y maravillas que obra en cada instante. Amén.
¡Oh Bendita Humildad!
El Señor nos exhorta fuertemente a la humildad, ¡Oh bendita humildad que quitas las vendas del alma y permites ver la realidad viva, la imperfección “perfecta” del corazón y permites conocer el Perfecto de Perfectos! “Oh Jesús que me conozca y que te conozca” (St. Francisco) Este es el premio de la humildad, el conocimiento propio permitido por la gracia de Dios que da a conocer el estado de imperfección y el estado de necesidad espiritual que tenemos.
¡Oh bendita Humildad, que buscas lo pequeño, lo aceptas y te comprometes con él, oh bendita humildad que no desprecias nada ni a nadie, oh bendita Humildad que eres la base y raíz donde se fundan las virtudes, donde se concentran y donde se puede construir!
Es el llamado a reconocernos pecadores, pues si buscamos en lo hondo de nuestro corazón siempre encontraremos algo de que pedirle perdón a nuestro Señor. Y es el momento de reconocernos como el publicano, pues la oración del publicano fue escuchada y se le dio la respuesta de la justificación, pues el Señor en verdad mira la intención y lo que hay en el corazón, por esto siempre sabía lo que los fariseos tenían en su corazón, sabia como ellos solo buscaban aparecer y solo querían ser vistos por los demás.
Oh bendita Virgen María llévame al aprendizaje de mi mismo, para reconocerme pecador y nunca llagar a olvidar esto pues perderte no quisiera, alejarme si que menos pues en tus brazos amarte quiero.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
23 octubre, 2010
La Paciencia de Dios
Que paciencia la de Dios, nos espera con especial acogida, nos espera para darnos su libertad, salvación y su sangre que derramó en la cruz. Si la higuera no da fruto está destinada a ser cortada y echada al fuego para que no malgastar la tierra, así mismo si nuestro corazón no da fruto entonces estamos destinados a ser cortados de raíz. ¿Qué hacer? Dar frutos, ¿Cómo? Estando pegado a la vid, los sarmientos deben estar pegados a la vid, así nosotros tenemos que estar pegados al Señor, debemos estar en total unidad al Señor para que él nos de su amor eterno.
Que paciencia la del Señor que sabe esperar el pecador, sabe esperar que este le abra la puerta para entrar y cenar con él, sabe esperar que el pecador se arrepienta para rescatarlo de la miseria del pecado.
Oh bendita madre enséñame a amar a Jesús enséñame a estar unido a él, enséñame a estar en plena comunión con su presencia y a darme por completo por la conversión de las almas.
Señor déjala todavía este año, no la cortes todavía, yo removerá la tierra de mi corazón y le abonaré con la oración para que así de fruto en adelante, Señor enséñame, a dar fruto abundante.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
Sábado, 23 de octubre de 2010. Lc 13, 1-9
Mi Señor, ¡cuánta paciencia has tenido con nosotros! Muchos en nuestra condición ya serían muy santos, pero sabes que estamos hechos de barro y somos frágiles e inconstantes, por eso nuestra humanidad corrompida se llena de esperanza al mirar a la Estrella, a nuestra Señora, y sabemos que con su ayuda podremos tener un cambio radical, transformándonos en ti.
Te imploramos una verdadera devoción a su corazón inmaculado, y por intercesión de Monfort, te pedimos arranques de nosotros cuanto no pertenezca a tan augusta Reina, pues si no es digno de Ella tampoco es digno de Ti. Amén.
Sábado 23 de octubre de 2010. Lc 13, 1-9
Que evangelio tan confuso. Pareciera que Jesús dice una cosa y al instante siguiente la negara. Lo que sí me queda claro es que no es por los pecados que nosotros morimos, de lo contrario los santos nunca morirían y los pecadores acabarían rápido antes de hacer más mal.
Dios no corta a diestra y siniestra las “higueras” sino que más bien siempre está abonando y removiendo la tierra para que den más fruto. Al fin de cuentas se pasa toda la vida buscando la manera de hacer florecer las plantas para que den cosecha. La misericordia de Dios consiste precisamente en eso, en intentar siempre que demos frutos y evitar cortarnos sin haber dado por lo menos una pequeña muestra de caridad.
Cuando una higuera definitivamente no va a florecer y a dar cosecha, entonces la misma misericordia de Dios la corta con rapidez para evitar que su pena sea mayor.
¿Alguna vez te has preguntado por qué hay personas malas que parecen tener más vidas que un gato? Seguramente el Señor sabe que esa higuera puede dar una excelente cosecha.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
22 octubre, 2010
¿Qué Pide Dios? > Santidad
Si saben interpretar el aspecto de la tierra y el cielo ¿Cómo no saben interpretar el tiempo presente? El Señor nos exhorta fuertemente a ver el signo de los tiempos, que es lo que el mundo actual está ofreciendo, cual es el signo de los tiempos presentes y con respecto a esto nos dice que deberíamos saber lo que se debe hacer, es decir, el mismo signo de los tiempos nos da las líneas de interpretación para entender la situación actual y lo que debemos hacer en nuestro compromiso como Cristianos discípulos de Cristo.
¿Cuál es el signo de los tiempos? Tenemos una sociedad de consumo bastante extrema y con unos fines claros en el poder, tener y placer llevando esto a un desequilibrio de su real fin. Por otro lado se ha llegado a un alejamiento tal de la vida espiritual que poco entendemos que es lo que necesitamos para salir de estos problemas, sumándole a esto una fuerte soberbia individual que lleva a encerrarse cada uno en sí mismo. La vida está siendo atacada desde el vientre materno y la sana doctrina está siendo manchada desde adentro.
¿Qué hacer? Buen inicio sería comprometernos con vivir una verdadera VIDA Cristiana, vida con mayúscula pues ahora se dicen muchos católicos pero en realidad ¿Quienes lo son? Es necesaria una verdadera vida de oración que cambie nuestra vida, que transforme nuestro entorno y el de los otros, no existe amor sin transformación pues siempre estamos necesitados de este.
Oh Madre Santa enséñanos a ver el signo de los tiempos pues en el momento lo que es claro es que Dios está pidiendo “Súper-santidades” en todos los estados de vida (Matrimonio, Consagrado, Religioso…)
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
Viernes 22 de octubre de 2010. Lc 12, 54-59
¿Por qué siempre conocemos y desciframos las cosas de este mundo y nunca las de Dios? Sabemos cómo reaccionarán nuestros padres y hermanos ante una situación. Sabemos qué clima hará en el día y cómo va a ser el fruto de las cosechas.
Sabemos cuando nos vamos a enfermar y otra cantidad de cosas. Pero nunca sabemos cómo va a ser Dios con nosotros. No sabemos cuál es la voluntad de Dios ni qué debemos hacer para agradar a Dios.
En realidad, Dios siempre actúa de la misma manera y nos da señales contundentes sobre lo que quiere. Dios habla a través de las personas, a través de los signos, a través de la oración. La voluntad de Dios general es la misma para todos y sin embargo nunca la vemos clara. La voluntad de Dios para mí es bastante explícita pero nunca la comprendo. ¿Será que no quiero verla?
Ver y escuchar a Dios es más fácil que ver y escuchar a los demás, ´porque a los otros los podemos encontrar y sentir fácilmente, pero lo que hay en su corazón nunca lo comprenderemos. Por el contrario, a Dios lo encontramos con un poco de esfuerzo, pero lo que hay en su corazón siempre está disponible para que lo tomemos y lo conozcamos cuando queramos.
Madre Inmaculada, revélanos los misterios del corazón de Cristo. Aliméntanos de la miel que brota del costado abierto de Jesús.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
21 octubre, 2010
“Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!” Esto es lo que el Señor nos viene a traer fuego, y ¿Por qué fuego? Porqué el fuego transforma y purifica, el fuego consume, es el fuego del Espíritu Santo que ha venido a traer Jesús, es el Espíritu Santo que viene a transformar la humanidad entera, viene a consumir en el Amor, en e Amor a Dios y al prójimo.
Es el Espíritu de Dios que con sus dones de fuego viene a llamar a sus discípulos para prepararlos para el combate, para un combate contra las fuerzas del pecado que consumen el mundo. En la actualidad es evidentemente sencillo ver como el pecado reina y la desacralización de la vida mística y de oración se va tomando los corazones de todos los hombres, y ¿Cuáles son las consecuencias? Es increíble ver como el mundo gira en torno a figuras particulares y personales como es el propio ego personal y egoísta y pasa por encima del otro, que es imagen y semejanza de él mismo, que por la gracia se hace hermano.
De esta división nos habla Jesús, de la división que ocurre en el mundo cuando algunos acogen su nombre y otros lo desprecian, cuando el mundo mismo desprecia a los que siguen a Cristo, ellos se hacen marionetas del pecado.
Oh virgen inmaculada intercede ante tu Hijo nuestro Señor amado para que envíe el Espíritu Santo que nos purifique, que nos transforme, que nos consuma en el amor a Dios y al prójimo, mamá enséñanos a ayudar al pobre, a ayudarlo de verdad, a ayudarlo a que salga de su pobreza con el espíritu de Dios y con los recursos materiales necesarios para transformar su vida.
el fuego simboliza la energía transformadora de los actos del Espíritu Santo.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
Jueves, 21 de octubre de 2010. Lc12,49-53
¿Cuando hay fuego, éste siempre arde? No necesariamente, pues aunque no sé mucho de esto, he visto que cuando se va a prender una fogata y la leña no está en condiciones, como por ejemplo, está mojada, no se prende fácilmente, y también cuesta que se consuma, por lo tanto nosotros también tenemos que tener disposición para ser consumidos por el amor de Dios, que nos purifica y transforma en creaturas nuevas, ¡en sus hijos!. Por eso la expresión del Señor, que desea que hagamos su voluntad, que no temamos a lo que pase exteriormente, porque en sus brazos estamos seguros, porque Él lo sabe y conoce todo, porque nos compró con su Sangre, porque en su tiempo dispone cada cosa para nosotros.
Dice Jesús: « ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, sino división»… con ésta afirmación nos confirma que no podemos ser mediocres, que un cristiano no es mediocre, pues no debemos seguir la filosofía ying yang, no podemos poner en unidad el pecado y la gracia, debemos rechazar, hacer violencia y división al pecado y a la maldad.
Amado Jesús, te imploro la compañía de la Virgen María, de San José y de toda la corte de santos y ángeles para que triunfe tu corazón y el Corazón de María, en mi alma y en todo el mundo. Amén.
San Ambrosio. En sentido místico, esta casa es el hombre. Leemos con frecuencia que el cuerpo y el alma son dos. Ahora, si están conformes los dos constituyen uno solo: uno que sirve al otro que manda. Las afecciones del alma son tres: una razonable, otra concupiscible y la tercera irascible. Por lo tanto, dos se dividen contra tres y tres contra dos. Porque después de la venida de Jesucristo, el hombre que era irracional se hizo racional. Eramos carnales y terrenos, mandó el Señor su espíritu a nuestros corazones (Ga 4) y nos hicimos sus hijos espirituales. También podemos decir que en esta casa hay otros cinco, esto es: el olor, el tacto, el gusto, la vista y el oído. Por tanto, si según lo que oímos o leemos por el oído y la vista, rechazamos las voluptuosidades superfluas del cuerpo que se perciben por el gusto, el tacto y el olor, dividimos dos contra tres; porque el alma no cede a los halagos del vicio. Por el contrario, si admitimos los cinco sentidos corporales, los vicios del cuerpo y los pecados se dividen. Pueden también verse separadas la carne y el alma por el olor, el tacto y el gusto de la lujuria. Porque la razón, como más viril, se inclina a los afectos nobles, mientras que la carne trata de ablandar a la razón. Tal es el origen de las diversas pasiones voluptuosas. Pero cuando el alma vuelve sobre sí, reniega de estos herederos degenerados, la carne se duele ciertamente de estar unida a sus pasiones que ella misma engendró y que son como los zarzales del mundo y la voluptuosidad, como nuera, digámoslo así, del cuerpo y del alma, desposa estos movimientos de las malas pasiones. Todo el tiempo que en una casa existe la armonía indivisible por la mancomunidad de los vicios, no se ve, pues, ninguna división en ella. Pero cuando Jesucristo envió a la tierra el fuego que consume los delitos del corazón, o la espada con que penetra sus secretos, entonces el cuerpo y el alma, renovados por los misterios de la regeneración, rompieron su unión con su descendencia. Y por esto, los padres se separan de los hijos cuando el intemperante renuncia a la intemperancia y el alma rechaza el consorcio con la culpa. Los hijos se insurreccionan también contra los padres cuando, renovados los hombres, abandonan sus antiguos vicios y la voluptuosidad rechaza la norma de la piedad, como el adolescente rehúye la disciplina de una casa seria.
Jueves 21 de octubre de 2010. Lc 12, 49-53
«Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!» ¿Cómo no iba a desear que ese fuego ardiera? al ver a la humanidad sin la gracia santificante se encontraba con cadáveres espirituales. La agonía de Jesús era ver a la humanidad dominada por el pecado.
La obediencia de Cristo en la cruz nos trajo la redención y la salvación. De la misma manera la obediencia de nosotros a Cristo nos traerá la salvación, pero obedecer a Cristo es desobedecer a los que no quieren a Cristo y eso genera división. Seguir a Dios es dejar de seguir a los que no lo siguen a Él, incluso si esos que no lo siguen son nuestros padres o nuestros hermanos.
Primero está el Reino de Dios y después lo demás. Primero hay que seguir a Cristo sin importar qué haya que hacer para lograrlo (excepto algo pecaminoso). María, por ejemplo, dejó a un lado absolutamente todo para seguir a Dios. María renunció a su condición de soltera, renunció a sus sueños, renunció a su buen nombre, renunció a su voluntad, renunció a su familia.
Y yo, ¿a qué he renunciado por amor a Cristo?
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
20 octubre, 2010
Miércoles, 20 de octubre de 2010. Lc 12, 39-48
Jesús se dirigía a los discípulos, pero creo que también le dio entender a Pedro que se refería a todos los que lo aceptaban como Señor y se disponían a ser criados suyos, es también para ti y para mi.
El administrador fiel y solícito, no deja de ser criado, por eso no le quita el poder a su Amo, reconoce que fue Él quien lo puso allí, y por lo tanto quiere agradarle en todo momento y así es cuando Dios le permite usar de sus bienes, porque su corazón no está puesto en ellos, pues, en comparación, el infiel, busca primero los bienes, el aprovecharse, el dejar de pensar en su amo y es por esto que encuentra el castigo.
Santísima Virgen, ayúdanos a buscar primero el Reino de Dios y su justicia, que nos desprendamos de todos los apegos desordenados, que vivamos por, con y en Cristo, y así busquemos los bienes de arriba, considerando lo temporal como medio, pero nunca como un fin. Amén.
Lucas 12, 39-48
Hoy, vemos como todas las personas buscan asegurar todas sus propiedades, pues estamos ante una sociedad insegura, ya que por la crisis de la sociedad muchos se dedican a robar las cosas de las demás personas y por esto se busca estar asegurados lo que más se pueda para proteger todas las cosas y hasta su propia vida. Se buscan seguros que protejan las empresas, las casas, los carros, etc. Pero también se busca asegurar la propia vida y se buscan seguros de vida que prometan algún dinero por la muerte de alguien, pro hoy se nos olvido asegurar la vida espiritual, tanto que se gasta en seguros temporales pero no nos desgastamos en el ámbito espiritual, que es más fácil perderla aunque se siga viviendo, por eso el Señor nos advierte que hay que “estar preparados” porque el ladrón puede llegar en algún momento y quedarnos sin nada y lo más importante sin la vida eterna.
¿Cómo prepararnos entonces? El mismo Señor nos da la forma en cómo podemos estar preparados para cuando el venga diciéndonos que ha que ser como el siervo fiel, que está alerta cuando va venir su amo, para darle lo que es de su Señor. La fidelidad nos debe llevar a la responsabilidad de nuestra vida, proteger nuestra vida, no con seguros superficiales, sino con el seguro de la gracia, que alcanzamos en los Sacramentos, nuestra fidelidad debe ser basada en el amor a Dios y a los hombres, responsabilizándonos de la salvación de las demás personas, por eso el Señor dice que: “¿Quién es, pues, el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para darles a su tiempo su ración conveniente? Demos ser los discípulos fieles que Dios utilice para llevar la ración de la gracia a todas sus creaturas, esta es nuestra responsabilidad la salvación de las almas.
Acudamos pues a la más fiel de todas las creaturas y a la que se responsabilizo en la salvación del género humano con su fiat, para que ella con su amor nos haga cada día más responsables de nuestra salvación y la de los hombres.
Sant´Antonio prega per me.
Miércoles 20 de octubre de 2010. Lc 12, 39-48
Si supiéramos a qué horas vamos a ser tentados, la tentación no tendría efecto porque estaríamos preparados para enfrentarla o evitaríamos la ocasión para no tenerla. Sin embargo, constantemente nos encontramos con tentaciones que nos golpean y nos hieren, bien sea porque estábamos poco preparados o porque no las evitamos a tiempo.
¿Cuál es la solución? «Velad y orad porque el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar».
Madre Inmaculada, Reina del Cielo, sin ti mi vida espiritual no tiene futuro, porque toda mivida te pertenece y me he consagrado completamente a ti. Sin ti, no seré capaz de resistir ni siquiera el más mínimo ataque porque mi voluntad te pertenece. Sin embargo no vivo mi consagración a ti como debería ser, ¿qué hago? ¿Cómo enciendo en mi corazón un amor profundo hacia ti?
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
19 octubre, 2010
Martes, 19 de octubre de 2010. Lc 12, 35-38
Los criados desde el amor esperan, por eso los verdaderos cristianos se diferencian de aquellos modelos económicos opresores, porque es desde el amor que brota el servicio y la entrega al Señor, además, podemos llegar a estar en la mesa, es ¡Dios quien nos sirve!, y nos eleva la dignidad de la humanidad, somos sus hijos amados, por quienes el Verbo se hizo carne, se inmoló y se entregó.
Mi Jesús si realmente nos sintiéramos hijos del Padre, no dejaríamos de adorarte en la Eucaristía, y a ejemplo de María, estaríamos prestos para abrirte nuestra voluntad hacia tu Divino querer, estaríamos escuchando tu llamado en la cotidianidad, veríamos cada oportunidad que nos brindas para ejercitar la virtud, para morir a nosotros y unirnos a ti.
Gracias mi Señor por darnos María, que es el perfecto modelo de sierva, de esclava y de Mujer fiel a ti y a los hombres. Si la tenemos a Ella, estaremos seguros en tu corazón. Amén.
Estad Preparados, Ceñidos y con la Lampara Encendida
Dichosos los servidores que al llegar el amo los encuentra despiertos y velando, pues él mismo les servirá, estas son las palabras del santo evangelio que nos recogen y nos hacen comprender la espera del hombre de su Señor. ¿Qué debemos hacer? Estar preparados, esperar velando la llegada del Señor, pues triste será que nosotros corriendo en la carrera de la salvación nos quedáramos en el camino y no llegáramos a la meta.
“Estad preparados, ceñidos y con lámparas encendidas” El Señor nos manda algo, no manda a que tengamos nuestros corazones preparados para su llegada y esta preparación solo se consigue pidiéndole un corazón puro y honesto, oh ¿Quién nos podrá enseñar esta santa pureza de corazón? La virgen María, pues ella desde el principio se inmoló y se dio como esclava del Señor. Ceñidos en signo de estar ajustados, de estar disciplinados pues el Reino de los cielos es de los que se hacen violencia, es decir de los que se esfuerzan, de los que se niegan a su voluntad para poder hacer la de Dios, de los que renuncian a sí mismos y siguen al Señor con la cruz en los hombros. Y por últimos con lámparas encendidas, es decir con la luz del evangelio en los labios para predicar y para vivir en el corazón lo que el Señor nos dice, una lámpara que alumbre fuertemente a los demás y que se mantenga encendida.
Qué gran dicha la de los siervos que el amo encuentre así, estos gozaran de los premios e incluso del servicio del amo a ellos, así mismo nuestro Señor nos dará su gozo y nos iluminará el corazón para amar completamente.
Oh Santa virgen María, madre mía enséñame a donarme al Señor, mamá yo no sé cómo debo hacer las cosas, pero tú si sabes, mamá dame la gracia de correr a tus brazos en estas tribulaciones.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
17 octubre, 2010
La Oración
“¡Ama orar! Siente a menudo la necesidad de orar a lo largo del día. La oración dilata el corazón hasta que éste sea capaz de recibir el don de Dios que es él mismo. Pide, busca, y tu corazón se ensanchará hasta el punto de recibirle, de tenerle en ti como tu bien” Madre Teresa
La oración la comunicación entre Dios y nosotros, estamos a una llamada de encontrarnos con Dios y esta llamada es la oración, la oración edifica nuestra alma, trasforma y compromete con el Señor, en la oración se recibe la gracia para crecer espiritualmente y entrar en el mismo dolor de Jesús que se ha entregado por nosotros.
La viuda del evangelio buscaba a que el Juez le hiciera justicia y no se cansó de hacer esto, no se cansó de buscar la justicia para su caso. Jesús nos exhorta fuertemente a entender que Dios es un Dios de justicia y de amor y que correrá a encontrar a sus fieles, Dios irá pronto a ayudar a sus hijos sin embargo nos encontramos con algo particular, mucha gente se desanima pronto en la oración o por otro lado su vida no es coherente con su petición, por esto lo necesario de la conversión del corazón.
Oh virgen Santa enséñame a amar, enséñame a pedirle a Dios, a no desanimarme en la oración, a entender que Dios es mi pastor y que yo soy su oveja y de esta forma pondré mi confianza solo en Él.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
Domingo, 17 de octubre de 2010. Lc 18, 1-8
na característica esencial de la constancia en la oración, nos la da el Señor al recalcar que los cogidos claman a Él día y noche, por tanto quiere que al final no se pierda esta constancia
Si un juez que no tenía temor a Dios ni respeto a los hombres —como lo repetía en dos veces el evangelio— es capaz de hace una obra buena como es el defender a la viuda, ¿Cuánto más nuestro Padre del Cielo?
María, Mujer del Fiat, queremos perseverar en ti, que cada palpitar de nuestro corazón sea una oración de amor y confianza en Dios, ayúdanos a que nuestra oración sea acompañada del amor y de la humildad, para reconocernos como la viuda necesitados, débiles e impotentes. Amén
15 octubre, 2010
Cuidado con la Levadura
Hipocresía “Es el acto de pretender constantemente tener creencias, opiniones, virtudes, sentimientos, cualidades, o estándares que uno en realidad no tiene. La hipocresía es así un tipo de mentira”
Y es lo que el Señor nos pone en evidencia en el evangelio de hoy, somos hipócritas muchas veces con nuestros actos pues, en un momento podemos cometer imprudencias y no hacer algo para que no nos vean. El Señor llama a la rectitud de intención, a la rectitud de intención de corazón, un corazón que pide ser mirado con pureza y alegría.
Que levadura la nosotros los fariseos, que fácil caemos en fariseísmos con nuestros juicios y nuestras actitudes. Qué difícil es tener una intención totalmente recta para el Señor, que difícil es tener una pureza de corazón, es necesario una ayuda extraordinaria de Dios, una ayuda extraordinaria del Señor, para que no hagamos las cosas por ser vistos o ser tenidos por buenos sino por amar a Dios y que sea amado. Que peligrosa es la levadura de la soberbia que levanta y eleva tal el ego que lo idolatra, mintiendo así mismo y a los demás.
Oh virgen inmaculada déjame entrar en tu presencia, déjame amar a tu corazón inmaculado y ayúdame a amar a Jesús sacramentado. Que la levadura no me infle, que la soberbia no haga pacto conmigo para poder hacerlo contigo.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
Viernes 15 de octubre de 2010. Lc 12, 1-7.
Este evangelio está compuesto por dos elementos importantes, a saber:
Primero: La hipocresía y lo secreto. El Señor nos invita a actuar rectamente, a tener una intensión buena en todo lo que hacemos. No mentir, no ser hipócritas. Ser auténticos con todos, a no poner nuestra confianza en los hombres.
Segundo: No temer a los hombres sino a Dios. No actuar por los hombres sino por Dios (y por las causas justas de los hombres). Poner nuestro empeño en servirle a Nuestro Señor y ganarnos el cielo.
Por el contrario, los fariseos eran hipócritas que hacían todo en lo secreto, porque sabían que sus acciones no estaban bien hechas. Además, temían a los grandes hombres con poder sobre ellos y habían olvidado a Dios.
Ahora bien, es necesario dejar esa actitud hipócrita a un lado, dejar de hacer las cosas por las apariencias, dejar a un lado todo lo que nos aleja de Dios y empezar a actuar sólo por amor a Él. Los santos se han enfrentado a ellos mismos, no sin haber sufrido y llorado mucho, para luego vencerse y dejar que el Señor reinara en ellos.
Qué fácil es decir todo esto pero que complicado es ponerlo en práctica, no porque Dios sea un inepto que no nos puede ayudar, sino porque nuestra voluntad está hecha pedazos.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
14 octubre, 2010
Jueves, 14 de octubre de 2010. Lc 11, 47-54
Hoy escuché una reflexión “Si se llena una nevera con deliciosos manjares pero no se sacan y reparten, estos alimentos se pudren y no servirían para nada”; así mismo e Señor nos ha confiado grandes dones y carismas, nos ha permitido conocer su perdón y misericordia, sabemos que la Puerta del Cielo es María, tenemos el tesoro de la Consagración, pero ¿Cómo lo hemos administrado? ¿Acaso nos hemos quedado con lo que recibimos?
María, Madre de la Caridad, enséñanos a salir del egoísmo, a reconocer que nuestros bienes materiales y espirituales te pertenecen a ti, pues te los dimos y hoy lo renovamos, para que nunca nos escudemos en lo que no hicieron los otros, sino que nos esforcemos por actuar cristianamente en todo momento. Gracias Mamá por mostrarnos el Amor.
"El Amor no es Amado" St. Francisco
Que terribilísimo sería el darnos cuenta que después de algún tiempo que andamos en el Señor nos alejemos de Él, es un pensamiento terrible pero posible, posible si descuidamos nuestra piedad y nuestras labores de apostolado. El Señor está en condiciones de amarnos, ayudarnos y en condiciones de salvarnos, pero ¿Lo hemos dejado? Que fariseos somos en ciertas ocasiones, que doctores de la ley que nos quedamos en lo superficial y no vamos al fondo del asunto.
“Ay de ustedes que construyen los sepulcros de los profetas” Que hemos construido en nuestra vida diaria, ¡quizás sepulcros blanqueados! Que debilidad en nuestros propósitos de luchar por el Señor.
La clave está en no descuidar la oración e incluso redoblarla, e incluso esforzarnos más pues
con los fuertes ataques del enemigo lo único que podemos hacer es esperar que la gracia de Dios nos rescate y nos ayude.
Oh virgen inmaculada no permitas que mi corazón se desvíe de tu lado, no permitas que mi corazón se pierda entre tanta lucha y que no pueda buscar tu amor de misericordia y justicia, que no pueda encontrarte en el verdadero camino que tú tienes para que yo llegue a Cristo.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
Jueves 14 octubre de 2010. Lc 11, 47-54
Debemos temblar ante el pensamiento de fallarle a Dios, no porque sea un Dios castigador que se desquita de los que le desobedecen, sino porque nuestra condición es tal, y la soberbia es tan grande, que somos capaces de hacer hasta lo inimaginable por amor a nosotros mismos.
Nuestro amor propio es tan grande que somos capaces de matar por nuestro propio interés. Nuestro amor propio es tan grande que somos capaces de robar, fornicar, adulterar, alejarnos de Dios, adorar ídolos, invocar al mismo Demonio.
Nuestro amor propio es tan grande, que si no fuera por la gracia de Dios estaríamos completamente perdidos en nuestra propia miseria. Si no fuera por la gracia de Dios… ¿qué sería de nosotros?
Sin embargo, si yo no tengo amor, la gracia de Dios no puede hacer lo que yo no le deje hacer. Si no redoblo mi oración y mi preparación, terminaré siendo «doctor de la ley» que se apodera de la llave de la ciencia, para no entrar yo y no dejar entrar a nadie.
Madre Inmaculada, no permitas que esto pase jamás, no dejes que pierda el amor primero. No permitas que me convierta en lo que tanto temo. Quiero ser un niño en tus brazos y sólo ver a través de tus ojos. Madre Santísima, te entrego todo, ya sabes qué hacer.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
13 octubre, 2010
Miércoles, 13 de octubre de 2010. Lc 11, 42-46
Lo primero debe ser el derecho y el amor de Dios y luego los tributos ordinarios, ¿Cómo recibimos el amor de Dios? ¿Cómo esta nuestro amor a Dios? ¿Es Él, lo Primero en nuestras vidas? ¿Cómo lo reflejamos en la cotidianidad?
No solo debemos amar a Dios, sino aceptar el amor De Dios, porque cuando renovamos el amor diario es que podemos manifestarlo y trasmitirlo. ¿Cómo se practica el amor DE Dios? pues dejándonos, permitiéndoselo y ¡gran manifestación de amor diaria en la Eucaristía! Solo hay que sentirnos amados, solo hay que acudir a quien nos ama verdaderamente, solo hay que callar para que Él hable, y es desde el amor que nos exige, porque nuestro Señor no nos pone cargas que no nos ayude a llevar, o que más bien Él no haya llevado por nosotros.
Mi amadísima Madre, Mujer Eucarística, enséñanos a valorar la pasión, la gloriosa resurrección y la presencia real del Señor en la Eucaristía y así se renueve diariamente nuestro encuentro con Dios. Amén.
MIERCOLES 13 DE OCTUBRE DEL 2010
Lucas 11, 42-46
Cuando el hombre pierde el sentido del amor, es decir que deja de amar, entonces empieza a cumplir las leyes o normas por cumplirlas y no porque verdaderamente las ame, el hombre cuando queda vacio de amor no entiende que las leyes le son útiles para mejorar como persona y para tener una vida más ordenada y entonces rechaza toda ley terrenal y hasta la ley divina, pero esto no es lo que quiere nuestro Señor Jesús, Dios quiere al hombre libre y por eso tiene una leyes que hay que cumplir y que están en función de Hacer al hombre libre, el hombre no pierde su libertad cuando cumple las leyes por amor, todo lo contrario empieza a ser libre, pues tiene toda la capacidad de decidir por lo que le ayuda a crecer como persona y como Cristiano.
Los fariseos lo que hacían era todo lo contrario al querer de Dios, pues sacaban leyes de todas las cosas, leyes que esclavizaban al hombre en vez de hacerles libre y por eso les exhorta diciéndoles: “Dejáis a un lado la justicia y el amor a Dios” las leyes tienen el sentido no de esclavizar al hombre, sino todo lo contrario, le sirven al hombre para ser libre en el amor, lo que Dios quiere de nosotros es que amemos desde lo más profundo de nuestro corazón y este amor nos llevara a cumplir las leyes, Cristo no critica la ley de los fariseos, pues Él mismo la cumplía, pero lo que el Señor les quiere decir es que no se puede esclavizar al hombre en un rito externo que no lleva a ser mejores y practicar la verdadera caridad.
Nuestra Madre dio ejemplo de cumplir la ley, vemos en el evangelio varias veces donde cumplía la ley, pero esto no le alejaba del amor a Dios y a los hombres, pues ese amor le llevaba a cumplirlas, lo que quiere decirnos el Señor con este evangelio es que imitemos a nuestra Madre amando profundamente, no dejando que las leyes nos aparten de la caridad y del amor a Dios, por eso les dijo a los fariseos: “dejáis a un lado la justicia y el amor a Dios” pidamos la gracia de siempre amar ejerciendo la caridad cristiana, cumpliendo las leyes y normas para ser cada vez mejores cristianos.
Sant´Antonio prega per me.
Miércoles 13 de octubre de 2010. Lc 11, 42-46
¿Qué es lo más importante? Practicar la justicia y el amor de Dios.
Justicia: darle a cada uno lo que se merece. ¿Qué se merece cada uno? Un Cristo en la cruz…
Amor: Hacer lo que Jesús hizo por nosotros.
Justicia + amor = Cristo.
Hay que ser como Cristo, hay que dar a Cristo, hay que recibir a Cristo, buscarlo y vivirlo.
De nada sirve hacer todo lo otro sin tener esto presente. De nada sirve la limosna por filantropía (sin tener a Dios), de nada sirve el conocimiento sin amor para llevarlo a la práctica. De nada sirven las palabras bonitas y las leyes si nuestro corazón está marchito por el pecado deliberado. De nada sirven las cosas de este mundo si nos falta el amor.
¿Y se podrá amar a Dios sin amar lo que Él ama? No, imposible. No se puede decir que se ama a a Dios y a la vez despreciar las cosas que Él ama. No se puede amar a Dios y no amar al prójimo. No se puede amar a Dios y despreciar la creación. No se puede amar a Dios sin amar intensamente a su Madre.
Madre Inmaculada, no quiero ser un sepulcro blanqueado, más bien quiero ser una blanca alma sepultada en el amor de Cristo.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
12 octubre, 2010
Lucas 11, 37-41
El hombre es un ser integral de cuerpo y alma, tiene una vida interior y vida exterior, Dios siempre nos ha propuesto la vida interior porque es allí donde le encontramos a Él y en esta vida interior es de donde se desprende nuestra felicidad y donde alcanzamos la paz que tanto buscamos y deseamos, el Evangelio de hoy nos invita precisamente a la vida interior a preocuparnos por ese espacio de la vida que es tan importante para todo ser humano y que frecuentemente vemos como cada vez más se va perdiendo el interés por buscarlo y por adquirirlo.
Nuestro Señor invitado por un fariseo a comer ve en el corazón de éste, un pensamiento de exterioridades y que busca un ritualismo que no le lleva a la conversión de su corazón, sino una apariencia que muestra solamente un espejismo ante los hombre, olvidándose de lo más bonito del ser humano que es la sencillez y la transparencia, pero el Señor no se queda cayado, pues Él ha venido para predicar la verdad y sacar al hombre de sus errores y por eso le dice: “Vosotros, los fariseos, purificáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis llenos de rapiña y maldad” lo que más le importa al Señor del ser humano es su interior y sus ganas y deseos de salir de lo que le aparta de Dios, no es lo exterior lo que dice de una persona, sino su interior, por mucho que una persona trate de aparentar, tarde o temprano saldrá a la luz lo que en su interior tiene. El hombre tiene que recapacitar y darse cuenta que ante Dios no puede aparentar nada, pues Dios lo sabe todo, el hombre tiene que agradar a Dios en su interior con un amor sincero que busque siempre la verdad y desee encontrarse con Dios en su corazón a cada instante.
Muchas veces puedo caer yo en exterioridades, puede ser que caiga en el error de agradar a los hombre en vez de Dios, por eso le pido a la Virgen Madre mía que me de la gracia de vivir en profunda sinceridad con Dios y ser transparente como lo es y siempre será la reina de los cielos y de la tierra.
SantÁntonio prega per me.
Martes, 12 de octubre de 2010. Lc 11, 37-41
¿Lo de afuera importa? Sí, pero debe salir de dentro, por lo tanto el Señor hace la corrección, pues el fariseo se había quedado en lo de afuera, juzgando las apariencias, pero no mirando el corazón de Jesús.
Mi Señor en tu corazón sagrado está la fuente de la pureza y la caridad, pues eres el Amor, enséñame a amar con tu corazón, ama tu en mi, mueve mis acciones, porque por mis propias fuerzas no puedo, me quedo en apariencias y en faltas de amor.
Santa María, Ruega por nosotros.
11 octubre, 2010
Lunes, 11 de octubre de 2010. Lucas 11, 29-32
Jonás predicó y Jesús también lo hizo acompañado de grandes señales, Dios por su parte puso todo para su llamado a la conversión, pero ¿Qué hacemos nosotros para corresponderle? ¿Por qué es llamada nuestra generación, perversa?
Creo que precisamente, es la negligencia, la falta de interiorizar el Signo, que ocasionó que el Señor dijera tan duras palabras, pues se queda todo en exterioridades, interés e hipocresía.
B. V. María ayúdanos a tener un constante y profundo encuentro con Cristo, que nos sintamos particularmente amados para manifestar exteriormente nuestra vida interior, y así vivamos con la grandeza de tener al mismo Dios en nosotros.
10 octubre, 2010
Domingo, 10 de octubre de 2010. Lc 17, 11-19
Pero, ¿Cuál es la diferencia entre los leprosos? ¿Por qué es importante la acción de gracias? Creo que los otros leprosos estaban buscando exclusivamente la sanación, la restitución en la sociedad, pero no buscaban tanto a Jesús, por eso amaron el milagro y no al que hizo el milagro.
El ex leproso agradecido pudo haber dado gracias a Dios desde el camino donde fue curado, sin embargo, fue personalmente hacia Jesús, por eso es esencial en la vida del Cristiano, asistir con frecuencia a la Santa Misa, que es la acción de gracias por excelencia, pues no tenemos mas que ofrecerle a Dios que Él mismo.
Santísima Virgen, acompáñanos en nuestro peregrinar hacia la Jerusalén Celestial, que nunca perdamos el fin, que es Cristo, y que en la Comunión diaria podamos inmolarnos nosotros en unión con Dios, para alcanzar la salvación. Amén
09 octubre, 2010
Dichosos...
“Dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la practican” Son benditos, dichosos los que hacen esto pues allí está la felicidad, allí se encuentra la perfecta alegría. ¡Escuchar la palabra de Dios! ¿Qué es? Es estar atento y escuchar la voz de Dios, a través del evangelio o de la misma conciencia donde el señor le habla al corazón. En el Santo Evangelio encontramos las palabras de Jesús que nos dan la perfecta forma de vida encaminada en la Caridad. Por otro lado la conciencia donde el Señor puede hablar constantemente para corregir y mostrar su voluntad.
La virgen inmaculada fue la primera en escuchar la palabra de Dios, de recibirla y de practicarla, pues ella creyó en lo que decía el Señor, y se convirtió así en la Madre de Dios.
El Señor está presto para hablarle al corazón, para hablarle a nuestra alma y decirnos cuál es el camino de la perfecta santidad. La dificultad es estar despiertos y prestos a escuchar la palabra de Dios en nuestro corazón y en nuestra alma, para acogerla y vivirla.
Oh madre inmaculada que yo vea, madre mía que yo pueda entender el camino que Dios tiene para nosotros. Oh Madre Santa que mi corazón escuche la palabra de Dios y la viva totalmente.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
Sábado, 09 de octubre de 2010. Lc 11, 27-28
Sin embargo, el Señor nos conoce también a las mujeres que sabe que podemos quedarnos en sentimientos, en lo exterior, en las apariencias, por eso es que le dice: «Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen.»
Mamita María, mujer del Fiat, tu que permaneciste firme en la fe, que eres grande porque eres una sola con Jesús, una sola carne, un solo corazón, hoy te imploramos nos des la gracia de escuchar al Señor, de focalizar nuestra atención en Él y que movidos, motivados por su extraordinario plan de Salvación, actuemos conforme a su Divina Voluntad.
SABADO 09 DE OCTUBRE DEL 2010
Lucas 11, 27-28
Dios desde toda la eternidad decidió nunca meterse en la voluntad del ser humano, es decir que Dios en su infinito amor por el hombre nuca se meterá en las decisiones del hombre, a esto es a lo que se le da el nombre de “libertad” y es en esta pasaje de la vida de Cristo que Él toca este trascendental concepto, que es lo más hermoso que Dios nos ha podido regalar, pero desafortunadamente no hemos entendido todavía que es la libertad, porque pensamos que la libertas es poder hacer lo que se nos dé la gana, sin que nadie se nos meta en la vida, cosa que es un error porque cuando nosotros hacemos lo que nos parece entonces somos esclavos de nuestra propia inclinación y de nuestro propio pecado, en cambio hacer la voluntad de Dios, someternos a hacer la voluntad divina, nos permite ser verdaderamente libres.
“Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan” aquí el Señor nos invita precisamente a ser libres nos invita a hacer su voluntad, pues es la única forma de ser felices y dichosos, por esto esta expresión del Señor que no puede pasar desapercibida, dichosos, porque es que solo haciendo la voluntad divina podemos alcanzar la felicidad plena.
Quien es la mujer más dichosa de todas las creaturas, la Virgen María, por eso ella misma dice: “me llamaran bienaventurada” o como dice Isabel: “dichosa tu porque has creído” nuestra Madre se gano el corazón del Padre por hacer la voluntad divina, en este sentido tiene toda fuerza del mensaje de Cristo al alabar a su Madre reconociendo que en ella se cumplió a la perfección toda la voluntad divina; hoy Madre santa me uno a tu Hijo para alabarte por ser la Mujer más hermosa que cumplió todos los proyectos de Dios por amor a nosotros.
Que nos quede de tarea pues el esforzarnos por alcanzar la libertad que Dios nos dio, que nos esforcemos por cumplir la voluntad divina unidos a la reina del cielo y de la tierra para mayor gloria de la Trinidad Beatísima.
Sant´Antonio prega per me.
Sábado 9 de octubre de 2010. Lc 11, 27-28
Cuando Jesús terminó de hablar, una mujer levantó la voy en medio de la multitud y le dijo: «Feliz el seno que te llevó y los pechos que te amamantaron. Feliz María porque te dio a luz y te crió. Feliz tal madre que puede tenerte a ti como hijo».
Jesús respondió: «Felices más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la practican».
La mujer volvió a gritar: «precisamente por eso, feliz María, porque es la única que ha escuchado perfectamente la Palabra de Dios y nadie como ella la ha vivido. Feliz María que no sólo te tiene a ti por Madre, sino al Espíritu por esposo y es la hija del Padre. Felices los que se acercan a Ella porque encontrarán la debilidad de Dios, la omnipotencia suplicante, la medianera de todas las gracias, la estrella del mar.
Felices los que se acercan a Ella porque llegarán inmediatamente a ti. Felices los que la tienen por madre, porque entrarán en el molde perfecto del que saliste tú».
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
08 octubre, 2010
El Que no está Conmigo está contra Mí
“El que no está conmigo está contra mí” Esta frase es bastante fuerte pues Jesús quiere y busca que nuestra elección por Él sea verdadera y firme, que nuestra fe sea de entrega a Él. Que peligro es entregarse a Jesús a medias, que peligro es entregarse a Jesús sin espíritu de lucha y de cambio pues entonces pasará lo que dice el evangelio alguien más fuerte vendrá y destruirá todo, alguien más fuerte vendrá con otros siete compañeros que acabaran con el reino que había sido restaurado. ¿Cuál es la clave?
La clave nos la da Jesús, pues si estamos con Él esto incluirá que Él estará de nuestro lado y en el momento de la batalla no podrá llegar alguien más fuerte pues ¿Quién es más fuerte que Dios? Por lo tanto la clave está en la unión con Cristo, sin embargo muchos podrían decir pero yo estoy con Dios pero en verdad no lo están.
¿Cuál es el criterio de discernimiento? El criterio es hacer lo que el maestro hace, si mi vida es coherente con el evangelio, si mi vida verdaderamente es de entrega y de acercamiento a los sacramentos (Principalmente Confesión y Comunión, que nos acercan continuamente a Dios y los podemos tener frecuentemente) entonces si será un camino de unión con Cristo.
Oh virgen Santa tu que estuviste con Cristo hasta la cruz enséñame a estar con él cerca, a unirnos a él pues tu virgen inmaculada sabes cómo hacerlo, sabes cómo conseguir de Dios el perdón de nuestros pecados y de conseguir que nuestra casa esté limpia y ordenada.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
“Ad Maiorem Dei Gloriam per María!