“Él llamó a un niño, lo puso en medio”
Jesús lo llamó y el niño obedeció, fue dócil, por eso el Señor hace la claridad de que hay que ser un niño como ése, es decir hay que tomar la actitud que él tomó, hay que ser obedientes, hay que escuchar a Jesús, y el que quiere escucharlo, es porque se considera necesitado, porque está cerca para responder a su llamado, porque está disponible para Dios.
Santísima Virgen, purifica los deseos de nuestro corazón, que cada vez que deseemos la gloria, el cielo, recordemos que para alcanzarla hay que ser pequeños ante los ojos del mundo, hay que ser humildes, hay que acoger al prójimo, hay que ejercer la caridad.
Totus Tuus, mamá!
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