¿Qué más necesitamos? Tan solo cumplir el mayor de los mandamientos y tendremos la vida eterna. Pero, ¿cómo lograr esto? Somos tan egoístas que se nos hace demasiado difícil lograr esto. Siempre pensamos en nosotros mismos y estamos interesados en lo nuestro. El prójimo es visto muchas veces como aquel que sirve para lograr mis metas, y ¿entonces cómo lo voy a amar?
Cristo nos enseña a ser diferentes, a amar verdadera y desinteresadamente. El otro tiene que ser visto desde los ojos de Dios, desde los ojos de Jesús. Todos valemos un Cristo en la Cruz, y como esto es así, todos debemos amarnos como hermanos.
María sí que nos vio con los ojos de Dios. María nos enseña quién es nuestro prójimo. Con María podremos ver de manera diferente a los demás. La caridad se tiene que aprender, y para ello necesitamos un modelo. María es la obra maestra de la pedagogía divina, que nos enseña a amar a Dios y al prójimo como a nosotros mismos.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario