Lucas 10, 13-16

El Señor parece que estuviera enojado con esta expresión, “ay de ti” pero en realidad no es más que una expresión de dolor por los corazones duros del hombre y que encierra no solo tres ciudades, sino todo el mundo por venir, porque así como esas tres ciudades no se convirtieron al Señor con su presencia viva y real, el mundo que a través de los tiempos, también los que iban a recibir la palabra del Señor, tampoco se convertirían, en esta expresión de Jesús no se puede ver más que un dolor Grande por todos nosotros, una agonía de cargar con toda la humanidad encima sin querer recibirlo, es como cuando uno va a visitar alguna persona y en vez de recibir una bienvenida calurosa, recibe un desprecio, es más o menos lo que el Señor expresa.

¿Cuándo nos convertiremos de verdad? ¿Dejaremos para lo ultimo recibir a tan grande hermosura? No alma mía de ninguna manera te resistas a vivir con tu creador, no desprecies al que te va recibir cuando partas de este mundo, hay que dar una respuesta de amor grande al amor misericordioso de Dios, María Santísima dio la respuesta de amor más grande que alguna creatura haya podido dar a Dios, acudamos a Ella para que con su ayuda podamos darle la respuesta de amor a Dios, dejemos que ella nos guie con su amor.

Jesús expresa también el dolor por sus apóstoles que iban a ser despreciados y perseguidos, por eso dice: “Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; y quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado” hoy nos encontramos con una sociedad que ataca directamente a la Iglesia de Cristo, la desprecian y la abandonan quienes están en ella, pero al final al que abandonan es al mismo Dios, esto pasa por no querer vivir la voluntad de Dios, hoy somos muy laxos y no nos gusta que nos exijan, pero no saben que la Iglesia en definitiva es la que les va a dar el acceso de la salvación. Amemos la Iglesia con todo nuestro y defendámosla de las insidias de Satanás que influye las personas de dentro y de fuera para tratar de acabarla, pero no nos preocupemos que Dios está en esta Iglesia y va estar hasta el fin del mundo.

Sant´Antonio prega per me.