Miércoles, 25 de mayo de 2011. Jn 15, 1-8
¿Qué es el estado de oración? Dice el Señor: “permaneced en mí, y yo en vosotros”, esta es la oración, es el alma de todo apostolado, es por la que se da fruto.
¿Qué es la noche oscura de la que habla san Juan de la Cruz? “a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto”, es entonces el podar, pulir, purificar. Muchos no oran verdaderamente, porque temen la purificación, temen que sean confrontados, en consecuencia, no dan fruto, porque la mediocridad, la falta de renuncia a sí mismo, impide que se vea, se predique y enseñe a Cristo.
María, mujer de la mortificación universal, vivió sometida amorosamente a la Divina Voluntad, dejó a Dios hacer lo que quería en Ella, no se resistió y ni siquiera en la prueba y dolor se doblegó, permaneció firme en la cruz.
Mamita, quiero dar gloria a Dios, dando fruto abundante, por eso te imploro que seas la podadora de mi alma, moldéame en Ti, con tu auxilio podré pasar la prueba, podré ser santa, podré asumir la Divina Voluntad. Gracias mi Señora, porque lo bueno que puedo hacer es gracias a Dios a través tuyo, querida dispensadora de todas las gracias.
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