El mundo vive el presente como si no hubiese un mañana, siembra en terreno falso, para recoger desilusiones y fracasos, la esperanza parece derrumbarse ante sus propios ojos....
pero que distinta es la mirada del cristiano, sabe que este mundo presente, es solo un soplo, sabe que esta realidad, esta historia esta sujeta a la voluntad amorosa de Dios, el cristiano tiene la plena seguridad que todo el bien cosechado sera el fruto de una eternidad bienaventurada, Cristo es el paso a esa eternidad , en él se da la plenitud del hombre y la culminacion de todos sus anhelos y proyectos.
no fuimos arrojados a la existencia a la suerte de un mundo inclemente, hay un Dios presente, que nos mira con ternura, que interviene en nuestra historia para mostrarnos su voluntad y llevarnos a su morada celestial. esa cielo es el deseo de Dios de atraernos hacia su amor y es el deseo del hombre por calmar su sed de eternidad.
procuremos entonces construir nuestro propio cielo desde aqui en la tierra, para que cuando estemos cara a cara con Dios, no se nos haga extraña su presencia y su hábitat.
que gozo que alegria es pensar que despues de esta vida, Jesús nos prepara un lugar, cuya felicidad y plenitud redundaran en gloria y alabanza por los siglos de los siglos.
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