Dios nos quiere dar el Reino, pero para ello debemos, como mínimo, quererlo tener. El Reino de los Cielos, según la teología, es una persona, es Cristo. Dios quiere dársenos completamente en la persona de Cristo.
Para alcanzar el Reino es necesario estar en vela, estar preparados para su venida, tal como el trabajador al que se le encarga el trabajo de cuidad de los bienes del amo. Debemos estar listos para ser llamados a la presencia del Señor en cualquier momento.
“Vendan lo que tienen y repártanlo en limosnas” El Reino hay que ganárselo. El Reino requiere de nuestro esfuerzo, de nuestro deseo.
María vendió lo que tenía: su posibilidad de formar una familia para darlo en limosnas a la humanidad. Pero fue tan grande su ofrenda que no solo llegaron limosnas a todo el mundo sino que el mismo Dios se entregó por nosotros. El que da todo lo que tiene recibirá muchísimas veces más.
Gracias Jesús por regalarnos a María para que fuera nuestro modelo perfecto de entrega.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
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