Los fariseos se acercaron a Jesús con la intención de ponerle a prueba, no había rectitud ni pureza de corazón al preguntar, y a partir de eso, se cuestiona sobre los límites morales, por lo tanto, cuando empezamos a pensar así, mirando hasta donde puedo llegar, cada compromiso moral será visto desde la obligación y no desde el amor y la libertad.
Nuestro Señor nos habla del adulterio cuando un hombre se divorcia y se casa con otra mujer, proponiendo indirectamente, superar los obstáculos de la vida matrimonial, moviendo a los hombres a mirar este estado de vida como una meta excelsa y maravillosa, como medio de santidad.
Santísima Madre Inmaculada, permíteme mirar con tus ojos la voluntad de Dios, los preceptos morales y los mandatos Divinos, para entender el sentido de estos en pro de la salvación eterna, para moverme a amar más rechazando todo pecado e imperfección. Amén.
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