14 agosto, 2010

Sábado, 14 de agosto de 2010. Mt 19,13-15.

¡Bendita curiosidad! Sí, ¡que linda inquietud por Jesús!


Hay dos detalles hermosos, uno es que para que sean traídos los niños hacia Jesús, normalmente hay detrás un adulto, unos padres que motivan a sus hijos ir hacia Dios, le presentan a nuestro Señor, les dan confianza, y en segundo lugar, los niños se abandonan en esos padres, le creen y permiten que Jesús les imponga sus santísimas manos.

Mamita María, quiero ser dócil, no quiero ser la niña rebelde sino la presta y pronta a tus consejos, quiero vivir verdaderamente mi consagración, abandonarme en tus brazos, seguir la Divina Voluntad sin obstaculizar la gracia, por eso pido a San José que te cuide a ti y a mi Jesús en mi vida, que me ayude a tener vida interior e intimidad contigo y tu adorado Hijo.

Gracias mamá por la consagración, totus tuus.

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