“No ha nacido hombre mas grande que Juan el Bautista y sin embargo, el más pequeño en el reino de los cielos es más pequeño que él” De este modo Jesús nos muestra la gran misión de Juan el Bautista siendo el profeta que precede al Mesías, siendo el profeta anunciador del mesías, siendo el profeta que allana el camino del Señor. “Una voz grita en el desierto” es Juan que tiene el Espíritu y poder de Elías, lo cual cumple la profecía de la vuelta de Elías antes de que el Mesías venga.
“El Reino de los cielos es combatido violentamente” el reino de los cielos es de valientes que quieran luchar con tenacidad por alcanzarlo, los violentos intentan arrebatarlo pues la violencia que se hace es personal, cada uno debe luchar incansablemente por entrar en Él, debe luchar contra sus propias debilidades y flaquezas, sin embargo tenemos un Dios misericordioso que está dispuesto a ayudarnos y a darnos la gracia de vencernos. “Sin mí nada podemos hacer”
Es lo primero que debemos tener en cuenta en este combate a muerte contra nosotros mismos, y por otro lado “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” SI Cristo está conmigo ¿Quién contra mí? Pues Cristo es el camino la verdad y la vida y el que tenga oídos que escuche pues Jesús en cada momentos nos pregunta como a los ciegos “Crees que puedo hacer lo que me pides” Si mi respuesta es si, que espero para entregarme completamente a este combate pues aunque tenga peleas perdidas en fe la batalla está ganada pues Cristo está del lado mío. “Pelear por Él es todo un honor…. Yo tendré mi espada en alto como la usa mi Señor”
Y la clave para esto la tiene María pues es un camino fácil, seguro, perfecto y corto.
Nuestro combate es más llevadero y con la Madre de Dios alcanzaremos la victoria. Mamá ayúdanos, pues es preferible vivir en pobreza pero en gracia de Dios que vivir en riquezas y en olvido total de tu santo hijo.
¡A ti madre querida, enséñanos a amar!
¡Ad Maiorem Dei Gloriam per María!
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