Evangelio según San Mateo 11,11-15.
Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan el Bautista; y sin embargo, el más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que él.
Desde la época de Juan el Bautista hasta ahora, el Reino de los Cielos es combatido violentamente, y los violentos intentan arrebatarlo.
Porque todos los Profetas, lo mismo que la Ley, han profetizado hasta Juan.
Y si ustedes quieren creerme, él es aquel Elías que debe volver.
¡El que tenga oídos, que oiga!
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El más pequeño en el Reino de los Cielos es más grande que Juan el Bautista, ¿a qué se refiere Jesús con estas palabras? Supongo que se está refiriendo a la gracia. Alguien que está en el Reino de los Cielos, es decir, con Cristo, es alguien que ha sido bautizado y conserva la Gracia Santificante. Tener esta gracia es mayor bien que cualquier otra condición posible, por buena que sea. Tener la gracia santificante vale más que todos los millones de dólares que se puedan tener, porque el dinero y los bienes de este mundo no pueden salvar, en cambio la gracia sí.
Seguramente el Señor se refiere a que cualquiera que tenga la gracia es mayor que Juan el Bautista, que no la había recibido (no sé si será un error lo que estoy diciendo) porque no se había bautizado (con el bautizo de Cristo), sino que su bautismo era una figura del verdadero bautismo que bañaría las almas, no con agua, sino con Espíritu Santo.
Juan el Bautista era el hombre más grande que había nacido y sin embargo no era superior al más pequeño del Reino de los cielos, en cambio, María era la más pequeña de las criaturas que había nacido y ni el más grande del Reino de los cielos se podía comparar con la grandeza de la Madre de Dios.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
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