Evangelio según San Mateo 11,28-30.
Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana".
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¿Quiénes están afligidos y agobiados? Todos, ¡quién no lo está! Entonces este evangelio es para todos, por lo tanto, el yugo del Señor es para todos, y todos debemos aprender de Él.
Del evangelio según un simple cristiano
Un día dijo Jesús: Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, pero no tengan miedo de reconocerse así. ¿Sientes en tu alma la sed de Dios, de eternidad, de espiritualidad, de silencio? ¿Sientes en tu alma ese vacío enorme que no alcanzas a comprender, pero que te está consumiendo por dentro? Pues yo, Jesús de Nazareth, te voy a confesar algo: ¡Yo siento una sed similar a la tuya, similar en cuanto a necesidad, pero diferente en cuanto a cantidad. Mi sed es infinita y me está consumiendo por dentro... tengo sed de ti, tengo sed de tu sed, tengo sed de tu pequeño y simple corazón. El amor por ti me consume y quema por dentro, y sólo encuentro descanso cuando te dejas amar por mí. Es tanto mi amor que ahora no puedo separar el sufrimiento de mi vida, ya que el amor me duele muchísimo... Hijos, venga a mí todos los que están cansados y agobiados, porque todos lo están. Un alma siempre lo estará porque el único descanso es mi Corazón Ardiente. Vengan a mí los que están cansados y agobiados, porque el trajín del mundo todo lo fastidia. Ustedes están cansados de todo y llenos de nada... pero en mi Corazón encontrarán descanso. Mi yugo es suave y mi carga es llevadera, pero es más grande y menos llevadera la carga del mundo, ¿por qué se empeñan pues en cargar con el mundo y no con mi yugo?
Hijos, los amo mucho, no tengan miedo de entregarse a mí. ¿Ven el camino muy difícil? tranquilos, sigan a mi Madrecita, Ella los guiará. ¿Ven el camino muy oscuro? tranquilos, mi Madrecita los iluminará, porque Ella es como un cirio que siempre arde de Espíritu Santo y todo lo ilumina. Sigan a mi Madre, porque yo la seguí. Vivan en su Corazón Inmaculado, porque allí me alimenté yo.
Todo por la Inmaculada, nada sin Ella.
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