21 julio, 2011

Duros y necios

En el evangelio de ayer meditábamos como debemos dejar que Jesús entre en nuestro corazón, para que transforme nuestro ser, a través del corazón de María.
y hoy sigue insistiendo en que la sociedad tiene su corazón duro por la falta de comprensión y de atención en su palabra; que triste sera encontrar a Jesús el amor de los amores mendigando amor a la humanidad, viniendo a ella todos los días en los templos y esperando encontrar corazones abiertos y atentos para poder transformarlos y llenarlos, pero en lugar de estas moradas hermosas y dispuestas encuentra unos caparazones duros, cerrados, indolentes, que van por el mundo sin buscar ni querer ayuda alguna por buena que sea.
estos pobres a los que les habla Jesús en parábolas no pueden mas que abrir su corazón a la gracia porque definitivamente no hay opción, no hay vuelta atrás.
Jesús el hombre-Dios tierno y amoroso, misericordioso pero también justo, quiere que sus hijos se humillen para ser enaltecidos, como Él mismo lo promete en su palabra, solo quiere que nos hagamos pequeños y que nos vaciemos de nosotros mismos, para Él poder entrar.
Que el corazón de la tierna y dulce niña María sea el custodio de nuestros corazones duros y necios, para entrar dóciles a el corazón Eucarístico de nuestro dueño y amabilísimo niño Jesús.
todo por la inmaculada nada sin ella.

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